El Consejo de Gabinete aprobó la Resolución N. 151-24, la cual establece el Plan Estratégico de Gobierno presentado por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), que incluye la estrategia económica y social del Sector Público No Financiero, bajo una programación financiera a cinco años y un plan de inversiones públicas por B/.30,277 millones hasta 2029 con impacto directo en sectores claves, como agricultura, logístico, financiero, industrial, educación, salud y turismo, entre otros. 

Este plan incluye grandes obras como el tren Panamá-David-Frontera, el teleférico de San Miguelito, el cuarto puente sobre el Canal, la modernización del Idaan, el plan de rehabilitación de la red vial del país, Ciudad Universitaria, el hospital de mascotas, la rehabilitación del centro histórico de Colón, el Museo Antropológico y planes sociales como Mi Primer Empleo.

Estos proyectos tienen como objetivo volver a convertir a Panamá en un país más próspero y seguro, con más dinero en el bolsillo de la gente, más crecimiento y pleno empleo. 

“Hacer que Panamá vuelva a ser la economía de mayor crecimiento de toda América Latina”, plantea como meta el informe del Plan Estratégico quinquenal.

Todo esto está previsto bajo estrictas medidas de transparencia, gasto eficiente y responsabilidad fiscal. La meta fiscal es reducir el déficit total al 2.0% para 2029 y alcanzar un balance primario positivo a partir de 2028. Ello permitiría estabilizar la deuda pública en un nivel igual o inferior al 50% del PIB, en los próximos diez años, y reducirla al 40% en los cinco años siguientes.

De acuerdo con el MEF, el diagnóstico realizado ha identificado que el sistema educativo y la calidad y cobertura de los servicios públicos son las áreas más críticas que actualmente limitan el desarrollo integral del país. 

Panamá requiere acciones contundentes para crear oportunidades equitativas para todos, garantizando al mismo tiempo un equilibrio entre la responsabilidad fiscal y el crecimiento económico. “Esto se logrará mediante inversiones estratégicas que impulsen un crecimiento dinámico, que es clave para asegurar la sostenibilidad fiscal y el progreso nacional”, resalta el documento presentado por el MEF.

La propuesta considera el marco fiscal proyectado, que incluye los montos de inversión establecidos para el período, teniendo en cuenta la disponibilidad de recursos, los compromisos adquiridos y los límites de endeudamiento establecidos por la Ley de Responsabilidad Social Fiscal. 

Los valores podrían incrementarse si se acelera el crecimiento económico o se implementan medidas para optimizar la estructura del sector público. 

También se establece que, para que un proyecto sea considerado dentro del plan quinquenal, debe demostrar una rentabilidad adecuada, lo cual implica que los beneficios socioeconómicos superen los costos sociales. 

“Esto garantiza que su ejecución esté justificada desde una perspectiva de eficiencia económica, basada en una evaluación de costo-beneficio o costo-eficiencia”, destacó el MEF en su propuesta. 

Para el sector agro, la estrategia contempla inversiones en infraestructura para postcosecha y comercialización, así como asistencia técnica en gobernanza y gestión empresarial. Es clave modernizar los servicios públicos y reformar los mecanismos de apoyo al sector agropecuario, enfocándose en la innovación y la sostenibilidad integral del campo.

En turismo, se establece la exploración y desarrollo de nuevas actividades que diversifiquen la oferta, que permitan aprovechar las ventajas competitivas y amplíen los destinos disponibles, con el propósito de contribuir a la reducción de las desigualdades regionales. 

También se incluye el Proyecto de Desarrollo Urbano Integral de Ciudades con Vocación Turística, con el respeto al medio ambiente, a las culturas indígenas y a toda la cadena de valor del turismo. Impulsar el desarrollo turístico recreativo para la Riviera del Pacífico. Reactivar el programa Stop-Over, ofreciendo escalas gratuitas a turistas con el objetivo de aumentar en más de 200 mil el número de visitantes anuales. Aprovechar la demanda potencial, atrayendo a los viajeros que utilizan el “hub” panameño, enfocándose especialmente en mercados de alto poder adquisitivo, son otros de los proyectos incluidos.

En el sector educativo, se desarrollará una red de educación inicial de calidad, que incluya centros de estimulación temprana y Centros de Atención Integral a la Primera Infancia (CAIPI). 

Contempla otorgar beneficios económicos anuales de entre B/.270 a B/.450 por alumno, en el marco del Programa de Apoyo Educativo (PAE), para cubrir gastos esenciales como uniformes, libros y transporte. 

Estudiantes de escuelas privadas, con costos anuales hasta B/.2,300, también podrán acceder al beneficio, promoviendo así la equidad educativa. 

Proveer equipos tecnológicos y acceso gratuito a internet en escuelas y colegios oficiales, reduciendo la brecha digital y facilitando el acceso al conocimiento. Involucrar a las comunidades en el cuidado y mantenimiento de instalaciones educativas. Construir, mejorar y equipar nuevas escuelas e instituciones, como el Instituto de Excelencia Cacique Olodebiliginya. Asegurar la alimentación escolar con una nutrición adecuada para los estudiantes. Poner en marcha el plan de retención escolar, incluyendo a los padres de familia con la reactivación del taller Escuela para Padres, también hacen parte de esta estrategia quinquenal.

De igual forma, hace énfasis en el suministro de agua potable, con un proyecto para modernizar el Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan), para aumentar su transparencia y expandir la cobertura de sus servicios, reduciendo las brechas entre zonas urbanas y rurales. 

También se detallan otros proyectos, como construir, ampliar y mejorar infraestructura a nivel nacional, desde plantas potabilizadoras, acueductos y sistemas de abastecimiento de agua potable; alentar alianzas público-privadas (APP) para desarrollar sistemas eficientes e innovadores de gestión integral de residuos sólidos en Panamá Metro, Panamá Oeste y Colón; y profundizar la coordinación con municipios para implementar sistemas permanentes de recolección y disposición final de desechos y basura.

El plan también se traza el objetivo de potenciar las ventajas del país en el sector logístico. Para ello, se propone establecer corredores logísticos más efectivos entre puertos, aeropuertos y zonas francas principales, y también entre provincias y zonas con actividades económicas, priorizando sectores con alto potencial de exportación e inversión extranjera y desarrollando nodos y corredores viales estratégicos, aprovechando la economía que genera el Canal. 

“Esto con el objetivo de reducir tiempos de despacho y costos de transporte interno. Rehabilitar y construir carreteras y grandes obras para mejorar la infraestructura del país y generar empleos como un efecto multiplicador en la actividad económica. Es clave rehabilitar la infraestructura multimodal”, puntualiza la propuesta del MEF.

Se insta a garantizar la confiabilidad y competitividad del Canal de Panamá mediante inversiones en infraestructura y gestión sostenible de recursos hídricos, incluyendo la probable construcción del embalse en río Indio y la descarbonización de las operaciones canaleras. 

Estas iniciativas, cuyo valor estimado está entre 1,800 a 2,000 millones de balboas, se llevarán a cabo en los próximos seis años, con un enfoque en la gestión social y ambiental para equiparar las condiciones de la nueva cuenca con las de la cuenca original. 

También se está evaluando la factibilidad de construir un gasoducto para llevar gas natural licuado proveniente de los Estados Unidos, desde puertos en el golfo de México hasta la costa de Asia, con el fin de diversificar las operaciones del Canal. 

El propósito es ejecutar esta inversión entre 2024 y 2030 bajo un plan de inversiones de al menos 8,500 millones de balboas, centrado en tres pilares estratégicos: modernización de la infraestructura, gestión sostenible de los recursos hídricos y fortalecimiento de la sostenibilidad ambiental.

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