En una ceremonia llena de simbolismo y emotividad, el Ministerio de Cultura de Panamá rindió homenaje a los patrocinadores e instituciones que hicieron posible la “Operación Bandera Herida”, una misión cultural que busca restaurar uno de los emblemas más importantes de la historia nacional: la primera bandera izada durante la gesta separatista de 1903.
El acto, presidido por la Ministra de Cultura, María Eugenia Herrera, tuvo lugar en la Ciudad de las Artes y enfatizó la importancia de esta iniciativa sin precedentes. La bandera, actualmente con un 97 % de deterioro, será restaurada en el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural de Madrid, gracias al respaldo del Reino de España.
Durante su intervención, la ministra Herrera afirmó que “la restauración de la emblemática Bandera Herida es un acto de lealtad a la patria, un tributo a quienes lucharon por la libertad y un legado invaluable para las futuras generaciones”. La ceremonia también destacó la colaboración entre el sector público y privado, resaltando las contribuciones de empresas como Iberia, GIRAG International Logistic Service, Somos Seguros, Todo Logístic y MEG Solutions & Equipments, responsables de garantizar un traslado y conservación adecuados bajo los más altos estándares internacionales.
Asimismo, se reconoció la labor de instituciones nacionales como la Policía Nacional, Policía de Turismo, SENAN, SENAFRONT y el Benemérito Cuerpo de Bomberos, por su papel en la custodia y resguardo de la bandera. También se destacó el apoyo logístico de la Autoridad de Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT) y del Aeropuerto Internacional de Tocumen, así como la colaboración del Ministerio de Gobierno a través de la Comisión Nacional de Símbolos Patrios (CONASINA) y de la Biblioteca Nacional, que aportaron respaldo documental y académico.
La “Operación Bandera Herida” representa un hito en la historia cultural de Panamá, promoviendo la preservación de la memoria histórica y fortaleciendo la identidad nacional. La ministra Herrera concluyó diciendo que “Panamá se fortalece cuando todos trabajamos unidos. Esta bandera vuelve a convocarnos para recordarnos de dónde venimos y quiénes somos los panameños”.
Este acto simbólico marca el inicio de una nueva etapa en la gestión cultural del país, reafirmando que la protección de los símbolos nacionales es una responsabilidad compartida para legar a las futuras generaciones el patrimonio cultural de Panamá.
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