La Comisión Panamá–Estados Unidos para la Erradicación y Prevención del Gusano Barrenador (COPEG) celebró su reunión anual, en un encuentro en el que se evaluaron los avances del programa y se trazaron las proyecciones para el próximo año.
La cita, que contó con la participación de la secretaria General del Ministerio de Desarrollo Agropecuario, Carlota Mattos, en representación del ministro Roberto Linares, reunió a autoridades de ambos países en un marco de cooperación que data desde 1996 y que se convirtió en ley en 1999.
Este acuerdo ha sido fundamental para mantener la lucha contra el gusano barrenador, una plaga que ha tenido un impacto significativo en la ganadería regional durante más de cuatro décadas.
Durante la reunión, Mattos destacó la importancia del programa binacional, resaltando que Panamá mantuvo durante 16 años una barrera de contención en Darién, esfuerzo que fue clave en los avances logrados.
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La funcionaria también señaló que, pese a los desafíos globales como la pandemia y el cambio climático, la unión y el trabajo conjunto siguen siendo esenciales para retomar el control de la plaga en la región. Además, elogió el trabajo del personal de COPEG, considerado un referente en sanidad animal en la zona, y su apoyo a países vecinos en el fortalecimiento del sector pecuario.
Uno de los puntos destacados fue la presentación de los avances en la producción de moscas estériles, donde se reveló que la cantidad de pupas producidas aumentó de 20 millones a 100 millones semanalmente, un incremento que fortalece las acciones de control del gusano.
La reunión también sirvió para revisar el informe presupuestario del año anterior y proyectar el presupuesto operativo para 2026, con la firma de resoluciones que garantizan la continuidad y sostenibilidad del programa.
En el encuentro participaron además representantes del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, autoridades del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), la Asociación Nacional de Ganaderos (ANAGAN), así como directores técnicos de COPEG.
La reunión dejó en evidencia el compromiso de ambas naciones de seguir trabajando en la erradicación del gusano barrenador, una tarea que requiere de la cooperación y la coordinación constante para proteger la ganadería y la economía regional.
