Durante su intervención en la 80ª Asamblea General de las Naciones Unidas, el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, reafirmó el compromiso del país con la paz, la democracia y el multilateralismo, al tiempo que hizo un llamado a reformar la arquitectura de la gobernanza global.
Mulino destacó la necesidad de una mayor representación de América Latina y el Caribe en los órganos de decisión de la ONU y cuestionó la inclusión de Panamá en listas discriminatorias a pesar de su papel activo en el Consejo de Seguridad.
En materia ambiental, presentó el “Nature Pledge”, un pacto nacional con la naturaleza que busca restaurar 100 mil hectáreas de ecosistemas prioritarios y reducir aún más las emisiones de carbono, a pesar de que Panamá ya es un país carbono negativo.
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El mandatario también anunció el cierre del paso irregular por la selva del Darién, señalando que, en un año de gestión, su gobierno logró reducir a cero el flujo de migrantes hacia el norte. Asimismo, alertó sobre el crecimiento del narcotráfico en la región, con más de 150 toneladas métricas de droga incautadas en lo que va del año.
Mulino reiteró la disposición de Panamá para acoger oficinas del sistema de la ONU como parte del proceso de reforma de la organización, y concluyó su mensaje con un llamado a la unidad global bajo el lema: “Unidos somos más fuertes”.





