En un firme llamado a la acción global frente a la crisis ambiental, Panamá presentó ante la Asamblea General de las Naciones Unidas dos iniciativas que marcan un nuevo rumbo en materia de sostenibilidad: el Pacto de Panamá con la Naturaleza (Nature Pledge) y el Fondo Panamá Natural. Ambas propuestas consolidan al país como un referente internacional en acción climática, biodiversidad y conservación.
El anuncio fue hecho por el ministro de Ambiente, Juan Carlos Navarro, en representación del presidente de la República, José Raúl Mulino. En su intervención, Navarro destacó que “la naturaleza no puede esperar más” e instó a la comunidad internacional a superar la fragmentación de agendas y avanzar hacia una integración real y efectiva.
El Pacto de Panamá con la Naturaleza representa un marco integral que unifica los compromisos nacionales en clima, biodiversidad, suelos, océanos y contaminación por plásticos. Según Navarro, este esfuerzo permitirá a Panamá reducir aún más sus emisiones al año 2035 y restaurar 100,000 hectáreas de ecosistemas críticos, incluyendo manglares y cuencas hidrográficas.
Panamá ya ha alcanzado importantes hitos, como la protección del 54 % de sus aguas jurisdiccionales y el 35 % de su territorio terrestre, superando con antelación las metas globales de conservación establecidas para 2030.
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“El valor de este pacto radica en su carácter participativo”, afirmó Navarro. El diseño de la iniciativa involucró a pueblos indígenas, mujeres, jóvenes, comunidades rurales, la academia y el sector privado, convirtiéndola en un compromiso nacional inclusivo y multisectorial.
La segunda iniciativa presentada fue el Fondo Panamá Natural, un fideicomiso ambiental basado en el modelo Project Finance for Permanence (PFP). Este instrumento financiero garantizará recursos sostenibles y permanentes para el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP), asegurando la conservación de los recursos naturales del país en el largo plazo.
