Con el objetivo de preservar ecosistemas clave del Archipiélago de Las Perlas, el Gobierno de Panamá oficializó la creación del Refugio de Vida Silvestre Saboga, un nuevo área protegida ubicada en el corregimiento de Saboga, distrito de Balboa, provincia de Panamá.
Este espacio cuenta con una extensión total de 82.981 kilómetros cuadrados (8,298.1 hectáreas), distribuidos en una superficie marina de 81.884 km² y una área terrestre insular de 1.097 km², que incluye Isla Pacheca/Pachequilla, Isla Bartolomé, Isla Chitre e islotes cercanos.
Saboga se ha consolidado como un punto vital para la reproducción de cuatro especies de tortugas marinas, entre ellas: Tortuga carey (Eretmochelys imbricata), Tortuga verde (Chelonia mydas), Tortuga laúd o baula, Tortuga lora o golfina (Lepidochelys olivacea).
Además, la zona es hábitat natural de tiburones martillo, ballenas jorobadas y la boa sabogana, especie endémica del lugar y una de las principales prioridades de conservación.
La creación del refugio es el resultado de un esfuerzo conjunto entre comunidades locales, organizaciones no gubernamentales y entidades públicas como la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP), el Servicio Nacional Aeronaval (SENAN) y la Fundación Tortugas del Mar de Colombia, entre otros.
Aida Magaña, ingeniera náutica y residente de la isla, expresó su emoción por el impacto positivo del proyecto: “Los lugareños desconocíamos el potencial que teníamos. Los niños han despertado un gran interés en la conservación y el cuidado del medio ambiente. Estamos agradecidos con todos los que han trabajado en este logro para nuestra isla, la bahía encantada”.
Por su parte, el biólogo Marino Ábrego, subdirector nacional de Costas y Mares del Ministerio de Ambiente, destacó que: “El refugio es un esfuerzo conjunto que busca proteger especies emblemáticas y amenazadas. El manejo sostenible de estos recursos beneficiará tanto a la naturaleza como a la población local”.
Con esta nueva figura de protección, Panamá no solo refuerza su compromiso con la biodiversidad marina y terrestre, sino que también fomenta el ecoturismo, la educación ambiental y la participación activa de las comunidades en la gestión sostenible de sus recursos.
La implementación del Refugio de Vida Silvestre Saboga marca un hito en la estrategia nacional para la protección de áreas marinas, consolidando al país como un referente regional en conservación y sostenibilidad.





