Durante su intervención, Mulino destacó que las obras del Estadio Mariano Bula registran un progreso significativo, asegurando que la entrega está prevista para febrero de 2026. El mandatario subrayó la importancia de devolverle a la provincia de Colón un espacio deportivo digno, luego de años de deterioro y abandono que afectaron el desarrollo del béisbol en la región.
En cuanto al Estadio Rico Cedeño, el presidente explicó que esta obra ha enfrentado un largo historial de retrasos debido a múltiples problemas legales y contractuales heredados de administraciones anteriores. Según Mulino, el proyecto debió entregarse originalmente en 2020, con un costo estimado de 5.4 millones de dólares, cifra que terminó duplicándose a más de 11 millones de dólares producto de adendas y modificaciones cuestionadas.
A pesar de las complicaciones, el mandatario enfatizó que el camino ya está despejado y que su administración está enfocada en “reactivar el Coliseo Rico Cedeño para que, ojalá, esté en proceso de recuperación para el próximo Campeonato Nacional de Béisbol”. Mulino advirtió además que dejar estas estructuras en abandono no solo afecta a las comunidades deportivas, sino que también representa “perjuicios económicos muy grandes” para la República.
El presidente recalcó que obras como estas no pueden seguir deteriorándose sin cumplir su función social, pues son parte fundamental de la identidad deportiva del país. “Ambos coliseos forman parte de nuestra historia beisbolera, y cada ciudad los necesita”, afirmó, destacando que su gobierno está comprometido en garantizar que estas instalaciones se encuentren operativas para la temporada 2026 del béisbol nacional, cuyo campeonato mayor suele iniciar en marzo.
La reactivación del Mariano Bula y del Rico Cedeño representa un paso clave en la revitalización del deporte en las provincias, devolviendo a miles de fanáticos la ilusión de volver a disfrutar del béisbol en escenarios modernos, seguros y adecuados para la formación de nuevos talentos.