El jefe de la policía tailandesa, el general Somyot Pumpunmuang, aseguró hoy que un tribunal sureño ha dictado una orden de búsqueda y captura contra un teniente general al que se acusa de vínculos con la  trata de Rohingyas.

El militar de 58 años sería el oficial de más alto rango implicado hasta ahora en Tailandia en un siniestro negocio contra el que las autoridades de la nación asiática lanzaron una amplia ofensiva desde principios de mayo, desmantelando campos de reclusión, deteniendo a decenas de personas y liberando a varios cientos de cautivos.

Dicha arremetida, por el contrario, generó una  crisis en alta mar al dejar a miles de rehenes  de la mafia atrapados en los buques que les transportaban hacia Tailandia. Según el diario ‘The Bangkok Post’, el jefe del ejército tailandés, el general Udomdej Sitabutr, reconoció el hecho y dijo que había sido informado al respecto. «Su arrestO no supone una conmoción», añadió.

Sin embargo, la noticia supone un significativo varapalo para la credibilidad de la junta golpista que rige el país, que llevaba días negando la participación de ningún militar en la trata humana.

Tanto el citado general Sitabutr, como el viceprimer ministro y titular de Exteriores, el general Tanasar Patimapragorn, o el mismo jefe de los golpistas, Prayut Chaocha, desestimaron en un principio tal información, que ya se conocía desde hacía semanas. «¿Quién es? ¿Cuál es su nombre? Nadie me ha dicho nada», replicó Prayuthace días con indignación al cuestionamiento de un periodista que le preguntó por el citado caso.

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