Estados Unidos y China acordaron el sábado una tregua de 90 días en su disputa comercial, de tal manera de que en ese período no se impondrán aranceles.
El acuerdo se logró tras una cena entre el presidente estadounidense Donald Trump y el líder chino Xi Jinping en la cumbre del Grupo de los 20 en Buenos Aires.
Trump accedió a suspender sus planes de imponer aranceles el 1 de enero sobre bienes chinos por valor de 200,000 millones de dólares.
Los chinos accedieron “a comprar una cifra no determinada, pero sustancial, de productos agrícolas, energéticos, industriales” y otros a fin de reducir la brecha comercial entre los dos países, dijo la Casa Blanca.
La tregua, lograda tras una cena que duró más de dos horas, le da tiempo a los dos países a zanjar sus diferencias en la disputa en torno a los intentos chinos de desplazar a Estados Unidos en la vanguardia tecnológica.
“Es un acuerdo increíble”, dijo Trump a reporteros a bordo del avión presidencial.
“Lo que yo haré es aguantar los aranceles. China se abrirá, China se deshará de los aranceles. China comprará una cantidad masiva de productos nuestros”.
China otorgó una concesión muy ansiada por Estados Unidos: considerar al fentanilo, el opioide responsable de miles de muertes de estadounidenses cada año, como una sustancia controlada.
Además, accedió a reconsiderar una adquisición por parte del fabricante estadounidense de chips Qualcomm que antes había bloqueado.
El anuncio fue descrito por la Casa Blanca como una victoria de Trump y sus duras tácticas de negociación, al lograr el compromiso de China de entablar un diálogo sobre prioridades económicas estadounidenses, sin aparente concesión de Washington.
Sin embargo, parece que Estados Unidos se está retractando de sus amenazas anteriores de vincular los temas comerciales con los temas de seguridad, como las ambiciones territoriales chinas en el Mar de Sur de China.
“Es algo bueno que ambas partes aprovecharon esta oportunidad para declarar una tregua”, estimó Andy Rothman, estratega de inversiones de Matthews Asia.
“Las dos partes al parecer han cambiado de opinión, se han distanciado de la confrontación a favor del diálogo. Esto cambia el tono y la dirección de la conversación”.