Tras unos años de vacas flacas, la Basílica de la Natividad en Belén ve afluir nuevamente peregrinos y turistas, con los problemas que ello conlleva. Una aplicación debería regular próximamente el flujo de visitantes al lugar donde se cree que nació Jesús.

En los momentos más críticos, los visitantes puede esperar horas para acceder a una capilla estrecha y sombría, bajo la iglesia, y arrodillarse a los pies de un altar, ahí donde una estrella de plata marca el lugar donde María habría dado a luz a Jesús.

Para descongestionar el edificio, las autoridades palestinas están creando una aplicación que permitiría a los turistas y peregrinos reservar una franja horaria de visita.

Pero aunque no quedará lista para la Navidad de este año, pese a la gran afluencia prevista, esta aplicación debería estar activa a principios de 2019, primero en inglés.

La introducción de las tecnología modernas entre estas paredes seculares hace temer complicaciones inútiles. Pero la iniciativa cuenta con el apoyo de las tres Iglesias -armenia, católica y griega ortodoxa- que gestionan la Basílica.

El sacerdote ortodoxo Issa Thaljieh indica que entre las oraciones y las celebraciones de los diferentes cultos, sucesivos o simultáneos, “nos empujamos”.

“Con la aplicación, todo el mundo sabrá a qué hora entrar, qué grupo está realizando una visita, así estará mejor organizado”, asegura.

La Basílica de la Natividad, inscrita en el patrimonio mundial de la Unesco, es un importante destino religioso y turístico, incluso si los cristianos ya no son los más numerosos con respecto a los musulmanes en Belén y sus alrededores en Cisjordania, territorio palestino ocupado por Israel desde hace más de cincuenta años.

– Nuevo esplendor –

La asistencia a sitios como Belén se vio gravemente afectada en los últimos años por los efectos del conflicto israelo-palestino, la violencia y, en 2017, el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel por parte de la administración del presidente estadounidense Donald Trump.

Pero el turismo registró en 2018 su mejor temporada desde hace años en Belén. Los hoteles cosechan índices de ocupación particularmente altos para el periodo de Navidad, indica Elias Al Arja, presidente de la Asociación de Hoteles palestinos.

“Teníamos índices del 72% o 74% en 2018”, y las cifras deberían ser aún mejores para finales de diciembre, precisa.

Ante tal afluencia, “nos iniciamos en el mundo digital”, declara sin titubeos el ministro palestino adjunto de Turismo, Ali Abu Srur, en su oficina de Belén, y señala que la aplicación también dará informaciones sobre la famosa iglesia.

La multitud de visitantes podría ser aún mayor, pues tras años de restauración la Basílica ha recobrado su esplendor.

El tejado ha sido restaurado. Los mosaicos de la época de las cruzadas, cubiertos durante siglos por el tizne de los cirios y durante años por los andamios de los restauradores, vuelven a brillar.

Ante la falta de acuerdo entre las tres iglesias, el edificio no había sido reparado desde mitad del siglo XIX.

Barbora Salyova, turista eslovaca de 29 años que visita Israel y Jordania, piensa que la aplicación podría ser muy útil para los peregrinos como ella.

Belén es una ciudad segura a ojos de los visitantes, pero puede ser también el escenario de enfrentamientos entre palestinos y soldados israelíes.

Si uno se registra a través de la aplicación, “comparte con los demás que ha llegado bien a su destino”, dice.

Cerca de 2,8 millones de turistas visitaron los territorios palestinos este año, en comparación a los 2,5 millones del año pasado, según el ministerio palestino de Turismo.

Israel registra también cifras récords y muchos alargan su visita para pasar una jornada en Belén u otros sitios de Cisjordania.