La Iglesia no ignorará las “abominaciones” de los miembros del clero que cometieron abusos sexuales, declaró el papa Francisco en su mensaje anual a la Curia Romana.

La Iglesia “no se cansará de hacer todo lo necesario para llevar ante la justicia a cualquiera que haya cometido tales crímenes” y “nunca intentará encubrir o subestimar ningún caso”, dijo el pontífice, pidiendo además a “todos los que abusan de los menores”, incluyendo los eclesiásticos, que se entreguen a la justicia civil.