Emiratos Árabes Unidos reabrió su embajada en Damasco el jueves, un nuevo paso que parece anunciar un acercamiento de las relaciones entre la Siria en guerra y los países árabes, y Baréin podría seguir sus pasos.
Siria fue suspendida de la Liga Árabe a finales de 2011 en protesta contra la sangrienta represión del poder sirio contra las manifestaciones prodemocráticas.
Casi siete años después, el jueves se izó la bandera de Emiratos Árabes Unidos sobre el edificio de la embajada, en el barrio de Abu Rumaneh, durante una ceremonia en la que estuvieron presentes diplomáticos árabes, constató un corresponsal de la AFP.
“La embajada de Emiratos Árabes Unidos en Damasco retomó sus actividades”, anunció en un comunicado el ministerio de Relaciones Exteriores emiratí, y precisó que un “encargado de negocios asumió sus funciones desde hoy”.
Desde hace varias semanas se venía hablando de la reapertura de la embajada emiratí, cuyo edificio se encontraba en obras de renovación.
Además, otro país del Golfo, Baréin, que cerró su misión diplomática en Damasco en marzo de 2012, anunció el jueves por la noche, horas después del anuncio de Emiratos Árabes Unidos, la “continuación” de las obras en su embajada en Siria, lo que indicaría su intención de reabrirla.
Baréin trabaja en “continuar las relaciones” con Siria y desea “reforzar el papel árabe y reactivarlo para preservar la independencia, la soberanía y la integridad territorial de Siria y evitar el riesgo de injerencia regional en sus asuntos internos”, indicó el ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado en árabe.
En febrero de 2012, los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), del que forma parte Emiratos Árabes Unidos, habían anunciado la retirada de sus embajadores de Damasco, denunciando en un comunicado conjunto la “masacre colectiva” cometida por el poder sirio.