La ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, instó el martes a China a mostrar “indulgencia” a un canadiense condenado a muerte por narcotráfico tras el veredicto que reavivó la crisis diplomática entre los dos países.
“Hablamos con el embajador chino en Canadá y pedimos clemencia” por el acusado Robert Lloyd Schellenberg, dijo Freeland a periodistas durante una visita a Sainte-Hyacinthe, Quebec.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, denunció el lunes una decisión judicial “arbitraria”, comentarios inmediatamente descritos como “irresponsables” por el Ministerio de Asuntos Exteriores de China.
La jefa de la diplomacia canadiense recordó el martes la larga oposición de Canadá a la pena de muerte.
“No tenemos pena de muerte en Canadá, creemos que es inhumana e inapropiada, y cada vez que se considera la pena de muerte para un canadiense, la rechazamos”, agregó.
Consultado sobre si Pekín consideraría el pedido de clemencia, el ministerio de Exteriores dijo que en China impera la ley. Y la portavoz de ese despacho Hua Chunying explicó a reporteros el miércoles, citando la Constitución, que la corte y la fiscalía “ejercen una autoridad judicial independiente (…) y ésta no será interferida por otros órganos administrativos”.
Las relaciones entre Pekín y Ottawa se volvieron tensas desde el arresto a principios de diciembre pasado en Vancouver, a pedido de Estados Unidos, de Meng Wanzhou, la directora financiera e hija del fundador del gigante chino de telecomunicaciones Huawei.
Pero inmediatamente, China arrestó a dos canadienses, un exdiplomático y un consultor, acusados de “amenazar a la seguridad nacional”, forma en que generalmente se alude al espionaje. Esos arrestos son considerados por muchos expertos como una represalia por el caso Huawei.
El caso de Robert Lloyd Schellenberg, arrestado en 2014, resurgió repentinamente. Fue condenado en primera instancia en noviembre pasado a 15 años de prisión, pero a finales de diciembre, el tribunal que se ocupó de su apelación ordenó un nuevo juicio, considerando la sentencia demasiado “indulgente”.
Schellenberg, condenado a muerte el lunes, dijo que era inocente y que fue víctima de un montaje. El reo planea apelar, según su abogado Zhang Dongshuo.