El aeropuerto internacional de Dublín suspendió brevemente el jueves los vuelos a raíz de la presencia de un dron sobre sus instalaciones, anunció en su cuenta oficial en Twitter.
“Los vuelo se han reanudado tras el señalamiento previo de un dron”, anunció el aeropuerto irlandés unos 15 minutos después de haber informado de la “suspensión temporal” del tráfico aéreo.
“La seguridad de los pasajeros es siempre nuestra principal prioridad”, justificó.
En el inicio de las pasadas vacaciones de Navidad, el aeropuerto londinense de Gatwick, el segundo más frecuentado de Reino Unido, se vio obligado a anular o desplazar unos 1.000 vuelos entre el 19 y el 21 de diciembre, por la reiterada presencia de drones sobre su espacio aéreo, provocando un caos aéreo que afectó a 140.000 viajeros.
Un hombre y una mujer fueron detenidos y después puestos en libertad sin cargos. Desde entonces, no se procedió a ninguna otra detención en relación con este caso.
Tres semanas después, el aeropuerto londinense de Heathrow, primero de Europa en número de pasajeros, registró una corta interrupción de los vuelos de salida tras detectarse la presencia de un dron.
A raíz de estos episodios, el gobierno británico decidió reforzar las medidas de regulación de este tipo de aparatos teledirigidos.
A partir de marzo, los drones estarán prohibidos en una zona de 5 km alrededor de los aeropuertos británicos, frente a 1 km anteriormente.
A partir del 30 de noviembre, los propietario de drones que pesen entre 250 gramos y 20 kg deben registrarlos y pasar una prueba de competencias de pilotaje.
La policía británica podrá además imponer multas de hasta 100 libras (128 dólares, 112 euros) si un usuario se niega por ejemplo a hacer aterrizar su dron o no presenta una prueba de su registro.