AFP – Buenos Aires eliminará paulatinamente las pajillas de plástico para reducir su impacto ambiental, con un primer paso que prohíbe ponerlas a disposición en restaurantes y otros establecimientos desde este miércoles.

Los locales de venta de bebidas, hoteles o bares “no podrán ofrecer o colocar sorbetes plásticos de un solo uso a la vista del cliente”, indica la norma, publicada en el boletín oficial del gobierno de la capital argentina.

En esta primera etapa los locales podrán complacer a los clientes que soliciten una pajilla, pero la iniciativa prevé que en seis meses empiece a regir la prohibición absoluta de su uso.

Según estimaciones de la Agencia de Protección Ambiental, se arrojan a la basura cerca de 2 millones de pajillas cada mes en los establecimientos de comidas de los centros comerciales de la capital argentina, lo que equivale a 1,7 toneladas de plástico.

La pajilla es el cuarto residuo plástico más común hallado en costas y océanos en todo el mundo.

En el Río de la Plata se han encontrado restos de partículas plásticas en el tubo digestivo de los peces, informó el organismo.

En Argentina 62% de la producción de plásticos se destina a elaborar productos de embalaje y de un solo uso.

La prohibición del uso y entrega de pajillas ya había sido adoptada en otras ciudades de Argentina, como el turístico balneario de Mar del Plata, en la provincia de Buenos Aires, o Ushuaia, en el extremo austral.

La ciudad de Buenos Aires ya había dado un paso en el mismo sentido en 2017 cuando prohibió la entrega de bolsas plásticas en supermercados, una iniciativa que también está vigente en otras urbes del país.