AFP – Brasilia, Brasil
El Senado de Brasil derrumbó este martes el decreto que facilitaba el porte de armas en el país, firmado en mayo por el presidente Jair Bolsonaro, quien convirtió esa cuestión en una de sus principales banderas de campaña.
Después de casi tres horas de discusión, el Senado aprobó, con 47 votos contra 28, un dictamen emitido por la Comisión de Constitución y Justicia (CCJ) de la Cámara Alta que la semana pasada había pedido suspender este decreto presidencial.
Con este resultado, el tema ahora será discutido por la Cámara de Diputados que tendrá la última palabra sobre el decreto presidencial.
El presidente del Senado, Davi Alcolumbre, dijo tras la votación que el debate se había realizado con “madurez política”.
Más temprano, Bolsonaro presionó a senadores y diputados para “no dejar morir” el texto. En un acto oficial, el mandatario defendió su política armamentista como elemental en el combate a la violencia en las ciudades y en el campo.
La ordenanza presidencial que facilita el porte de armas suscita críticas de legisladores, expertos y varios sectores de la sociedad que consideran que incrementará la violencia en el país, que registró 65.602 asesinatos en 2017, según datos oficiales.
La cifra equivale a una tasa de 31,6 homicidios por cada 100.000 habitantes, tres veces superior al nivel considerado por la ONU como violencia endémica.
En su decreto firmado en mayo, Bolsonaro autorizó el porte de armas en la vía pública a políticos, agricultores, camioneros, cazadores y quienes practican el tiro deportivo, entre otros, y elevó de 50 a 5.000 las municiones que pueden ser compradas al año por propietarios de armas, dependiendo del calibre.
Tras el parecer negativo de la CCJ la semana pasada, Bolsonaro pidió a sus seguidores en las redes sociales “exigir” a los senadores votar a favor de los decretos, una acción que irritó a varios miembros de la Cámara Alta que denunciaron haber recibido amenazas.
“La CCJ del Senado decidió revocar nuestros decretos (…) Exijan a los senadores de sus Estados”, escribió el mandatario en Twitter. “El pueblo debe tener derecho a las armas para defenderse de aquellos que osen quitarles su libertad”, añadió el sábado.
La senadora Eliziane Gama (Cidadania, izquierda) dijo estar “asustada” por recibir mensajes en que le advertían que su casa podría ser robada y que sus familiares podrían recibir “un tiro en la cabeza”.
“Ese es el perfil de quien está pidiendo hoy al Senado liberar el porte de armas en Brasil”, criticó Gama.
A pesar de la intensa campaña desarrollada en los últimos días en sus redes sociales, Bolsonaro dijo este martes a los periodistas que aceptaría una derrota en el Legislativo. “No puedo hacer nada. No soy un dictador, soy demócrata”, afirmó a periodistas.