AFP – Ciudad del Vaticano
La Santa Sede pidió a China que garantice la independencia de los curas ante la solicitud de las autoridades de ese país para que se inscriban en un registro civil, indicó este viernes en un comunicado el Vaticano.
En unas “Orientaciones pastorales” para la iglesia china divulgadas este viernes, la Santa Sede solicitó que “no se pongan en marcha presiones intimidatorias contra las comunidades católicas ‘no oficiales’, como lamentablemente ya ha ocurrido” en el pasado.
Se trata, según los expertos en ese tema, de “las primeras grietas” que surgen entre la Santa Sede y las autoridades comunistas chinas tras el acuerdo suscrito el año pasado, subraya la página especializada Religión Digital.
El Vaticano firmó en septiembre pasado un acuerdo histórico con el régimen comunista de Pekín sobre el espinoso nombramiento de obispos en China, un país donde las iglesias profesan su fe divididos desde hace décadas entre una Iglesia “patriótica” controlada por el régimen comunista y otra clandestina que reconoce la autoridad del papa.
El acuerdo abarca únicamente la religión y no el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Pekín y la Santa Sede, interrumpidas desde 1951, dos años después de la llegada de los comunistas al poder.
En una nota divulgada este viernes, el director editorial para la comunicación del Vaticano, Andrea Tornielli, explicó que con esas orientaciones la Santa Sede deja claro que “debe ser respetada la libertad de conciencia” de obispos y sacerdotes.
“Nadie puede ser obligado a dar un paso que no tiene la intención de realizar”, recalcó.
“En el origen del documento están las muchas preguntas enviadas al Vaticano por parte del clero de China. ¿Qué comportamiento adoptar ante la urgente solicitud de inscribirse de acuerdo a lo establecido por ley por las autoridades políticas?”, advierte Tornielli.
El Vaticano reconoce en las “orientaciones” que “continúa dialogando con las autoridades chinas sobre el registro civil de obispos y sacerdotes para encontrar una fórmula que, en el acto de registro, respete no solo las leyes chinas sino también la doctrina católica”.
Igualmente recuerda que el diálogo entre las partes se ha consolidado en el último decenio y que la situación actual es muy diferente a la del siglo pasado.