Bomberos del norte de España encontraron este martes el cadáver de un conductor cuyo vehículo fue arrastrado por unas súbitas inundaciones que provocaron el cierre de carreteras y afectaron el tráfico ferroviario.

El cuerpo del hombre fue hallado el martes de madrugada en el municipio de Ezprogui, en la región de Navarra, señaló el gobierno regional en un comunicado.

Las lluvias torrenciales del lunes por la noche dañaron coches, garajes, almacenes, áticos, tiendas, carreteras y fábricas, e interrumpieron el servicio ferroviario, añadió el escrito.

Las imágenes televisivas muestran coches arrastrados por la corriente o acumulados en las calles anegadas de agua.

El alcalde del pueblo de Tafalla, donde las lluvias desbordaron el río que lo cruza, aseguró que estas lluvias torrenciales no estaban previstas.

“La naturaleza ha disparado el agua a cañonazos”, dijo Jesús Arrizubieta en una rueda de prensa.

“Si hubiese sido algo previsto, si hubiéramos visto que el río va creciendo, puedes avisar a todos los vecinos de las zonas lindantes con el río para sacar los soches y que los daños materiales hubiesen sido menores. Pero ha sido en un abrir y cerrar de ojos”, se excusó.

Según el gobierno regional, el río en cuestión, el Cidaco, creció en algunos puntos de once centímetros a cuatro metros en pocas horas después de que la lluvia caída en Navarra fuera cuatro veces superior a la prevista en un principio.

En Pamplona, la capital de la región, las fuertes precipitaciones obligaron a las autoridades locales a suspender la corrida de toros prevista el lunes en el marco de las famosas fiestas de San Fermín.