Padres y familiares de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos en México en 2014 reclamaron este miércoles ante la fiscalía general veracidad en una nueva investigación para dar con el paradero de los jóvenes, en la víspera de que se cumplan cinco años de la desaparición.

“Hay que esperar la nueva investigación, que no nos digan que nuestros hijos fueron quemados. Este gobierno dijo que nos va a ayudar, esperamos que sea cierto, ya son cinco años y no sabemos dónde están”, dijo a la AFP Francisco Lauro Villegas, un campesino de 52 años, que mostraba ante la fiscalía la imagen de su hijo Magdaleno, uno de los jóvenes desaparecidos que en 2014 tenía 19 años.

Tras la llegada a la presidencia del izquierdista Andrés Manuel López Obrador en diciembre se creó una comisión de la verdad para este caso, mientras que la fiscalía, ahora independiente del Ejecutivo, se comprometió a reiniciar la investigación.

Unos 1.000 manifestantes, en su mayoría estudiantes, acompañaron a los padres a un mitin ante la sede de la fiscalía general para exigir justicia en este caso que hace cinco años causó una ola de indignación mundial. “¡Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos!”, clamaron en un sólo grito.

Vidulfo Rosales, abogado de los padres de los jóvenes, denunció que autoridades de la fiscalía durante el gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018) realizaron una investigación que “falseó” los hechos para “construir una teoría a base de torturas a detenidos para que confesaran que asesinaron e incineraron” a los jóvenes en un basurero.

Rosales se refería a la denominada “verdad histórica” que sostuvo la fiscalía al inicio de la investigación y según la cual los jóvenes fueron asesinados por narcotraficantes, que los confundieron con miembros de un cártel rival, para luego incinerar sus cuerpos en el basurero de la comunidad de Cocula.

La noche del 26 de septiembre, los jóvenes fueron a Iguala para apoderarse de autobuses que utilizarían para sus movilizaciones, pero fueron detenidos por policías locales corruptos que los entregaron al cártel Guerreros Unidos.

“Exigimos dinamismo en en esta nueva investigación y profundizar en nuevas líneas de investigación”, añadió Rosales.

Como parte de las nuevas indagatorias, esta semana se iniciaron investigaciones en el basurero de Tepecuacuilco, localizada a unos 15 km de Iguala.

A la espera de conocerse el destino de los jóvenes, la justicia mexicana ha liberado a 77 detenidos cuyos testimonios fueron obtenidos bajo tortura.