El presidente de Perú, Martín Vizcarra, afianzó su poder al obtener el respaldo de miles de ciudadanos, que salieron el lunes a las calles en respaldo a la disolución del Congreso dominado por la oposición.

El mandatario, tomó esa medida luego de que el parlamento le negara un voto de confianza ligado a una reforma del procedimiento de designación de magistrados del Tribunal Constitucional.

El Congreso respondió horas después aprobando la suspensión temporal de Vizcarra de la presidencia y designando en su lugar a la vicepresidenta Mercedes Aráoz, en una sesión en que no participaron los parlamentarios que apoyaron la decisión del Ejecutivo.

Es la primera disolución del Congreso en Perú desde 1992, cuando el entonces presidente Alberto Fujimori dio un “autogolpe” y asumió plenos poderes con apoyo de los militares. Ahora, en cambio, Vizcarra se amparó en la Constitución para dar este paso.

El presidente convocó elecciones parlamentarias para el 26 de enero. Por una reforma ratificada en referéndum en 2018, los parlamentarios no pueden ser reelegidos.