Dos años después del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017, miles de independentistas catalanes se manifestaron el martes mientras preparan un nuevo periodo de “desobediencia civil” masiva ante la hipotética condena contra los líderes implicados en ese intento de secesión.
La policía municipal cifró la participación en 18.000 personas que marcharon hasta uno de los colegios electorales, donde hace dos años se llevó a cabo una votación de más de 2,3 millones de personas entre duras cargas policiales.
El movimiento independentista también anunció un nuevo periodo de movilizaciones ante el esperado veredicto del Tribunal Supremo español en el juicio contra diez políticos y dos activistas por la intento fallido de secesión.