Beirut (AFP) |

Ocho civiles, entre los cuales varios niños, murieron este jueves por ataques aéreos rusos sobre la provincia de Idlib (noroeste de Siria), según la oenegé Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Desde comienzos de diciembre, el régimen sirio y su aliado ruso han intensificado su ofensiva en la región de Idlib, con casi tres millones de habitantes, la mitad de los cuales son desplazados, un área que todavía escapa al control de Damasco.

Esta nueva escalada de violencia se ceba sobre todo con el sur de esta provincia y el oeste de la de Alepo, región que es atravesada por una carretera que une a Alepo-ciudad, que fuera el pulmón económico del país, con la capital Damasco.

Ocho personas, entre ellas miembros de una misma familia al completo, murieron en Sarakeb y Arnaba (en el sur de Idlib) a causa del “bombardeo masivo de la aviación rusa”, señaló a la AFP el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.

Entre las víctimas mortales hay cinco niños, según la oenegé, que tiene una vasta red de informantes en todo el país.

En Sarakeb, las víctimas eran desplazados cuya tienda se encontraba cerca del sitio atacado, precisó un periodista de la AFP.

La provincia de Idlib y algunas áreas de las regiones vecinas de Alepo, Hama y Lataquia se encuentran bajo dominio de los yihadistas de Hayat Tahrir al Sham (HTS), la ex rama siria de la red Al Qaida y son refugio de otros grupos yihadistas o rebeldes ya exangües.

El régimen de Bashar al Asad, apoyado por Moscú, ataca desde 2015 por tierra y aire la provincia de Idlib, con el objetivo de desalojar a estas facciones.

El conflicto en Siria, desencadenado en 2011, ha provocado más de 380.000 muertos y millones de desplazados.