Buenos Aires (AFP) |
Argentina impuso un estricto control del mercado de cambios este lunes para preservar las alicaídas reservas internacionales, al día siguiente de las elecciones presidenciales que consagraron al opositor peronista de centroizquierda Alberto Fernández, en un país sumido en una grave crisis y turbulencias financieras.
El Banco Central profundizó los controles y redujo de 10.000 a 200 dólares mensuales el monto máximo que pueden comprar las personas para atesoramiento, anunció el presidente de la entidad, Guido Sandleris.
La medida se tomó para “preservar las reservas durante este periodo de transición hasta tanto el nuevo gobierno defina su política económica y se disipe la incertidumbre”, explicó.
Los argentinos vuelven a tener un “cepo cambiario” que les impide hacerse de dólares, su refugio habitual para protegerse de la alta inflación y las sucesivas devaluaciones, cuando el país encara una transición de 44 días hasta la asunción de Fernández el 10 de diciembre.
La Bolsa de Buenos Aires perdía este lunes 4,19% a las 15H00 locales (18H00 GMT), luego de abrir con un alza de 6,21%.
“Hay una fuerte volatilidad en el mercado tras las elecciones”, coincidieron en señalar operadores bursátiles.
– “No son fáciles” –
Tras el anuncio, las casas de cambio abrieron este lunes sus pizarras con una cotización del peso fortalecido un 3,17%, a 63 por dólar, pero dos horas después de la apertura de los bancos volvió a ubicarse en el mismo nivel del viernes pasado.
Al asumir en diciembre de 2015, Mauricio Macri había eliminado el control cambiario dispuesto por su antecesora, Cristina Kirchner (2007-2015), ahora vicepresidenta electa.