La justicia británica condenó a cadena perpetua con un mínimo de cumplimiento de 55 años, al hermano del kamikaze por ayudarle a preparar la explosión que dejó 22 muertos en 2017 a la salida de un concierto.
En marzo, Hashem Abedi, de 23 años, fue declarado culpable por un tribunal criminal de la muerte de 22 personas, en este atentado reivindicado por el Estado Islámico y que se produjo en el exterior de una sala donde acababa de cantar la estrella estadounidense Ariana Grande.
En un comunicado difundido tras el anuncio de la pena, el primer ministro británico, Boris Johnson, calificó el atentado de acto aterrador y cobarde dirigido contra niños y familias. Además, aseguró que las víctimas nunca serán olvidadas, como el espíritu de la población de Manchester.