Nicaragua excarceló este viernes a 1.100 reos comunes con el propósito de que terminen de cumplir sus condenas bajo un “régimen de convivencia familiar”, una modalidad legal que beneficia a prisioneros con penas menores, informó el gobierno.
La medida, que se realiza todos los años, no benefició a ninguno de los presos por participar en las manifestaciones contra el gobierno de Daniel Ortega.
“Regresaron a sus familias 1.100 personas que estaban detenidas en distintos establecimientos penitenciarios del país” con motivo de las fiestas de fin de año, anunció la vicepresidenta y primera dama, Rosario Murillo, a medios oficialistas.
Los prisioneros fueron beneficiados con un “régimen de convivencia familiar” que las leyes penales del país otorgan a los reos que han recibido condenas de menos de cinco años y han demostrado buen comportamiento.
Los liberados deberán reportarse periódicamente ante un juez.
El año pasado en esta misma temporada el gobierno liberó a 883 presos.
La liberación este año se formalizó con actos celebrados en diferentes centros penitenciarios del país, en la que los reos, entre ellos muchas mujeres, se abrazaron y lloraron al reencontrarse con sus familiares, según fotografías publicadas por la prensa oficial.
Según la oposición, entre los excarcelados no se registra ninguno de los más de 600 manifestantes que fueron detenidos por participar en las protestas que estallaron en abril contra el gobierno de Ortega, cuya represión dejó 325 muertos.
Grupos humanitarios estiman que más de 300 de los manifestantes apresados fueron procesados en los últimos cinco meses por la justicia por cargos de terrorismo y otros delitos, al amparo de una ley que criminaliza las protestas con penas de hasta 20 años de prisión.