La Contraloría General de la República de Panamá ha puesto en marcha una auditoría que podría marcar un punto de inflexión en la gestión de uno de los proyectos más emblemáticos de Panamá: el Ferrocarril de Panamá. Desde este lunes, las autoridades revisan minuciosamente el contrato de concesión firmado con Panamá Canal Railway Company, incluyendo la prórroga otorgada, en busca de transparencia y cumplimiento estricto de los compromisos.
Este movimiento llega en un momento clave, cuando la nación exige mayor rendición de cuentas en proyectos estratégicos que, por décadas, han sido pilares de la conectividad y la economía panameña. La auditoría no solo revisa los aspectos legales y administrativos, sino que también apunta a asegurar que los intereses del Estado y de los ciudadanos sean prioritarios en una infraestructura que tiene un valor histórico y un impacto económico sin igual.
Con esta acción, la Contraloría reafirma su papel como guardián de los recursos públicos, en un contexto donde la transparencia y la lucha contra la corrupción son más necesarias que nunca. La revisión del Ferrocarril de Panamá no solo es un ejercicio técnico, sino un mensaje claro: el control y la fiscalización son la base para fortalecer la confianza en el manejo de los recursos nacionales y garantizar que los proyectos estratégicos realmente beneficien al país.





