El mural más grande del mundo, confeccionado por un solo pintor, se alza desde el pasado fin de semana en las paredes de un barrio humilde de Buenos Aires, gracias al artista argentino Alfredo Segatori, quien convirtió su obra en un homenaje a los vecinos de la zona que apoyaron y promovieron su proyecto. 

La iniciativa empezó hace un año cuando luego de la propuesta del gobierno de la ciudad, Segatori, que firma como “el pelado”, pintó 700 metros cuadrados de las paredes del sureño barrio porteño de Barracas inspirado en tres obras del fallecido pintor argentino Benito Quinquela Martín. 

Su trabajo, denominado “El Regreso de Quinquela”, fascinó a los vecinos. “Los chicos del barrio me pidieron salir en el retrato”, relató el muralista en una entrevista con EFE, en la que reveló que gracias al apoyo de los ciudadanos y las empresas de la zona adquirió los materiales necesarios y retomó su proyecto.

Así fue como consiguió superar los 2 mil metros cuadrados de extensión, arrebatándole el Récord Guinness del mural más grande del mundo pintado por un solo artista al mejicano Ernesto Ríos, quien había llegado a los mil 650 metros.