Con el objetivo de fomentar la creatividad a través del patrimonio cultural y en un formato capaz de cautivar a los milenials y a la generación Z, nace “GIF it up”, un concurso que invita a crear y compartir imágenes animadas a partir de los fondos documentales digitalizados y con licencia abierta.

Organizado por la biblioteca digital europea de acceso libre, Europeana, y en colaboración con la Biblioteca Digital Pública de Estados Unidos, el servicio DigitalNZ de la Biblioteca Nacional de Nueva Zelanda, la base de datos en línea australiana Trove y otras bibliotecas similares en Japón o en India, “GIF it up” tiene un doble objetivo: concienciar sobre la importancia de las colecciones, pero también sobre los derechos de autor.

“Alentamos a las personas a explorar la riqueza y la belleza de las colecciones digitales mientras desarrollan sus habilidades creativas y aprenden sobre los derechos de autor”, explicó a Efe la miembro de Europeana y una de las organizadoras del concurso, Aleksandra Strzelichowska.

El concurso, que está abierto a la participación durante todo el mes de octubre, consigue cada año implicar a personas de todos los perfiles, edades y nacionalidades, que tienen que cumplir un único requisito: crear, a través del patrimonio digital de libre acceso, la imagen en movimiento más original.

EL PATRIMONIO COMO PARTE DE LA VIDA DIGITAL COTIDIANA

Así, esta iniciativa que nació en 2014, ha cultivado un gran éxito a raíz de anteriores ediciones, tras las cuales, se han registrado más de 799 millones de visualizaciones en GIPHY (una base de datos en línea con imágenes en este formato), y se han convertido, en palabras de Strzelichowska, “en una parte relevante de la vida digital diaria”.

Debido, precisamente, a que compartir imágenes animadas forma parte de la actividad digital cotidiana, en este 2020 la participación está respondiendo a temáticas muy actuales, como el uso de mascarillas o el cambio climático.

“Esto es un gran ejemplo del potencial de las colecciones culturales para reinventarse constantemente y de la creatividad que ayuda a las personas a expresarse y comentar la realidad circundante”, añadió la organizadora del evento que, además, premia a los ganadores con un curso digital sobre de Historia del arte.

Un OVNI sobrevolando la ciudad neerlandesa de Delft en el siglo XVII, esqueletos bailando en una página de un manuscrito medieval, una dama subida sobre un caimán e, incluso, una versión de la aplicación Tinder hecha con históricos cuadros son algunos de los ejemplos de otras ediciones que demuestran no solo el despliegue de ingenio de sus participantes, sino también las posibilidades de acercar el patrimonio digital a través de plataformas como Europeana.

“Una gran cantidad de material disponible en línea es extremadamente interesante en sí mismo”, apuntó Strzelichowska, pero esta iniciativa es, además, “una forma de hacer sonreír a las personas mientras se trae una pequeña parte del patrimonio cultural a su vida diaria, especialmente este año, cuando involucrarse con la cultura digital se ha convertido en una forma de encontrar calma, alegría y distracción de las noticias y la realidad estresante”, concluyó.

 

Fuente:  EFE