Para el artista coreano, Yoo Young-ho , un saludo es el comienzo de todas las relaciones. “Sin un saludo la jornada transcurre de manera rutinaria, no pasa nada”, explica el creador, con la convicción de que este acto de cortesía sirve de preludio para formar amistades y entender nuevos trasfondos culturales.

Con ese ideal, Yoo Young-ho decidió extender su cordialidad hacia otras latitudes y concibió una escultura que, en un solo gesto, resume ese acto “tan humano y básico”, como describe.

Así surgió el proyecto “Greeting Man”, traducido al español como “Hombre que saluda” , una escultura de seis metros de alto que se inclina en señal de reverencia o la postura que usan los coreanos al saludarse.

Aquella obra estrenada en la frontera entre Corea del Norte y Corea del Sur, y posteriormente en Montevideo, Uruguay, fue desvelada este 20 de enero en la entrada del Corredor Sur, ubicada en urbanización Chanis, convirtiéndose así la capital panameña en la segunda ciudad latinoamericana en contar con esta estatua.

La ceremonia oficial se llevó a cabo con la presencia del servicio consular surcoreano y el alcalde del distrito de Panamá, José Isabel Blandón, quien se comprometió a elevar al Consejo Municipal de Panamá la posibilidad de nombrar la rotonda en donde se sitúa la obra como Plaza de la Amistad, en honor a las buenas relaciones entre ambos países.

Según el escultor, Panamá fue escogida para albergar esta obra por ser un país de cruce de civilizaciones y una comunidad global.