Dubái, la ciudad del lujo y los récords extravagantes, vuelve a sorprender al mundo con una experiencia exclusiva: el café más caro del planeta, una bebida elaborada con granos 100% de Panamá que alcanzan precios de oro.
En el sofisticado establecimiento Julith, ubicado en un moderno distrito cafetero del emirato, se servirá a partir de esta semana una taza de café por casi 1.000 dólares, una cifra que convierte a Panamá en protagonista del nuevo símbolo del lujo mundial.
El café, llamado “Nido 7 Geisha”, proviene de la reconocida Hacienda La Esmeralda, situada en las fértiles tierras de Boquete, en la provincia de Chiriquí, Panamá.
Estas montañas, cerca del volcán Barú, el punto más alto del país, ofrecen condiciones únicas de clima y suelo que dan origen a un grano de una calidad excepcional. Su sabor ha conquistado los paladares más exigentes del planeta, y ahora se eleva al Olimpo del lujo en Dubái.
Cada taza, valorada en 3.600 dírhams —unos 980 dólares—, sirve como una experiencia sensorial de principio a fin. Desde el filtrado, realizado con precisión para lograr una extracción perfecta, hasta la degustación en una elegante sala o en un espacio privado, el ritual está pensado para cautivar todos los sentidos.
El cofundador de Julith, Serkan Sağsöz, describe la bebida como “floral, cítrica y afrutada”, con notas de jazmín, naranja, bergamota, albaricoque y melocotón. “Es como la miel, delicada y dulce”, afirma con entusiasmo.
El lujo no se limita al precio por taza. Los granos panameños utilizados fueron adquiridos en una subasta internacional celebrada en Panamá, donde veinte kilos del exclusivo “Nido 7 Geisha” alcanzaron los 604.000 dólares tras una intensa competencia de 13 horas y más de 500 ofertas.
Fue una auténtica batalla por el oro negro panameño, en la que participaron compradores de Asia, Europa y Medio Oriente. Según Sağsöz, su victoria en la puja fue una sorpresa, ya que normalmente las empresas asiáticas dominan este tipo de subastas.
La bebida ha sido calificada con una puntuación de 98 sobre 100 en el prestigioso concurso Best of Panama, un reconocimiento que consolida al país centroamericano como productor del mejor café del mundo.
La Hacienda La Esmeralda, responsable de este grano legendario, lleva años posicionando a Panamá en el mapa global del café de lujo gracias a la variedad Geisha, considerada por expertos como la más refinada y aromática del planeta.
Dubái, acostumbrada a batir récords con sus rascacielos, hoteles de siete estrellas en islas artificiales, ahora suma otro logro a su lista: servir el café más caro del mundo, hecho con granos panameños.
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Antes, el récord lo ostentaba otra cafetería del emirato con una taza valorada en 680 dólares, pero Julith ha elevado el estándar del lujo con esta nueva creación. Los compradores incluyen amantes del café, coleccionistas y miembros de la familia real, aunque la empresa ha anunciado que solo una pequeña reserva se compartirá con la realeza, conservando el resto como su tesoro más preciado.
Para Panamá, este logro es motivo de orgullo nacional. En un mundo donde el café se ha convertido en símbolo de cultura y sofisticación, el hecho de que los granos panameños sean los más codiciados del planeta reafirma la excelencia agrícola del país y la pasión de sus productores.
En las fincas de Boquete, el clima templado, los suelos volcánicos y la dedicación de los caficultores han creado un producto que trasciende fronteras y redefine el concepto de exclusividad.
El café panameño “Nido 7 Geisha” no solo ha conquistado las tazas más costosas de Dubái, sino también el reconocimiento de expertos y amantes del café en todo el mundo.
Este grano, nacido en las montañas de Panamá y coronado en el corazón del Golfo Pérsico, simboliza cómo la calidad, el trabajo y la pasión pueden convertir un simple sorbo en una experiencia de lujo incomparable. Dubái pone el escenario, pero el alma de este café sigue siendo panameña.
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