La comercialización de productos falsificados representa 460.000 millones de euros anuales, según una nueva evaluación de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
La venta de productos falsificados o pirateados alcanzó un 3,3% del comercio mundial frente al 2,5% de la anterior evaluación de 2016, indicaron el lunes los dos organismos en un comunicado, apuntando a un aumento “considerable”.
Solo en la Unión Europea, las falsificaciones y productos piratas alcanzan 121.000 millones de euros, el 6,8% del total de las importaciones de la UE, según el informe EUIPO-OCDE de 2019.
Esta cifra representa además “un fuerte aumento” en relación al 5% estimado en el informe de 2016.
“La falsificación y el pirateo representan una amenaza importante para la innovación del crecimiento económico, tanto a nivel de la UE como a nivel mundial”, advirtió por su parte el director ejecutivo de EUIPO, Christian Archambeau, citado en un comunicado.
Según Archambeau, el aumento de las falsificaciones es “muy preocupante” y necesita “claramente una acción coordinada a todos los niveles para poder resolverla”.
Las empresas y comercios más afectadas por las falsificaciones están situadas principalmente en la zona OCDE (Estados Unidos, países de la UE, Japón, Corea del Sur) pero un número creciente de otras economías se vieron afectadas, entre ellas China, Brasil y Hong Kong, indica el informe.
Las incautaciones aduaneras detalladas en el informe muestran los principales países y regiones de donde proceden las falsificaciones, como China, Hong Kong, Emiratos Árabes Unidos, Turquía, Singapur, Tailandia, India y Malasia.
Según el informe, siguen aumentando los pequeños envíos de falsos productos. Esta tendencia provoca un aumento de costes de verificación y “crea dificultades suplementarias importantes a las autoridades represivas”, apunta el documento.