En conmemoración del Día Internacional del Té, que se celebra cada 21 de mayo, expertos en nutrición destacan los múltiples beneficios de esta bebida milenaria, no solo por su variedad de sabores, sino también por su aporte en antioxidantes que protegen la salud. 

Los antioxidantes presentes en los tés, especialmente en el té verde, ayudan a neutralizar los radicales libres, moléculas inestables que pueden dañar las células y favorecer el desarrollo de enfermedades crónicas y el envejecimiento prematuro.

Diversos estudios científicos respaldan estos beneficios, señalando que las catequinas, polifenoles abundantes en el té verde, contribuyen a la protección vascular y ayudan a prevenir la oxidación del colesterol LDL (“colesterol malo”), reduciendo así el riesgo de aterosclerosis. 

La nutricionista Clara Lucía Valderrama, recomienda aprovechar las propiedades del té incorporándolo de forma regular en la dieta, preferiblemente sin azúcar y en modos de preparación adecuados.

Las recomendaciones incluyen preparar el té mediante infusión para las hojas o flores, y decocción para cáscaras o raíces, así conservan mejor sus compuestos activos. Además, existen opciones prácticas como los polvos solubles en agua, que utilizan métodos de extracción más naturales y son sometidos a estrictas pruebas de calidad. 

Para potenciar sus beneficios, se aconseja consumir entre una y dos tazas diarias, preferiblemente alejadas de las horas de descanso, para evitar interferencias con el sueño.

Asimismo, se enfatiza en la importancia de conservar el té en un lugar fresco, seco y alejado de la luz, y complementarlo con una alimentación equilibrada y un estilo de vida saludable para potenciar sus efectos positivos. 

El té, además, ayuda a mantener una adecuada hidratación con bajo aporte calórico, siendo un aliado para mejorar la calidad de vida en el marco de una rutina saludable.

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