Nairobi (AFP) |
El ejército gubernamental de Sudán del Sur y otros grupos armados rebeldes en la guerra civil sometieron “deliberadamente a la hambruna” a la población denegándole el acceso a la ayuda humanitaria y forzándoles a abandonar sus viviendas, denuncia un informe de la ONU publicado el jueves.
“Actualmente en Sudán del Sur, los civiles están deliberadamente sometidos a la hambruna, sistemáticamente vigilados y reducidos al silencio, arbitrariamente detenidos, y se les niega el acceso a la justicia”, denuncia el informe de una comisión de derechos humanos de la ONU.
Esta comisión, establecida en 2016 por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para recabar pruebas que podrían ser utilizadas para sentar en el banquillo de la justicia a los autores de estas atrocidades, estudió los abusos perpetrados entre septiembre de 2018, fecha de la firma de un acuerdo de paz en Adis Abeba, y diciembre de 2019.
Los tres miembros de esta comisión acusaron a las “élites depredadoras que no rinden cuentas a nadie” y menos a la población, la verdadera víctima de la guerra civil que estalló en diciembre de 2013.
Este informe se publica dos días antes de la fecha límite para la formación de un gobierno de unión nacional, previsto en el acuerdo de paz de 2018 pero que ha sido objeto de múltiples desencuentros y retrasos, debidos a la “falta de voluntad política”, según la comisión.
“Las élites políticas siguen obviando el inmenso sufrimiento de millones de civiles”, sostiene.
Sudán del Sur se sumió en la guerra civil en 2013, dos años después de su independencia de Sudán, cuando el presidente Salva Kiir acusó a Riek Machar, su exvice presidente de fomentar un golpe de Estado.
El conflicto, marcado por enfrentamientos de la población, atrocidades y violaciones como arma de guerra, ha dejado más de 380.000 muertos y ha provocado una crisis humanitaria catastrófica.