Las fugas de gas o materiales peligrosos en espacios cerrados representan un riesgo crítico para la salud y la seguridad de las personas. Estas situaciones pueden derivar en intoxicaciones, asfixia, explosiones o incendios si no se actúa a tiempo.

En el caso de la asfixia y mareos: la acumulación de gases desplaza el oxígeno, provocando dificultad para respirar, mareos, náuseas e incluso pérdida del conocimiento.
La intoxicación: algunos gases o químicos pueden afectar el sistema nervioso, pulmones y órganos internos.
Explosión o incendio: materiales inflamables pueden detonar ante chispas eléctricas, fuego o incluso fricción.

En estos casos, el Cuerpo de Bomberos de Panamá brinda las siguientes recomendaciones:
Ventilar de inmediato el área, abriendo puertas y ventanas; no encender luces, hornos, estufas ni aparatos eléctricos mientras haya olor a gas; llamar inmediatamente al 103 del BCBRP ante cualquier indicio de fuga; solicitar inspección y reparación por personal técnico autorizado antes de volver a operar el equipo; evacuar el área si se presentan mareos, náuseas o dificultad para respirar.

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