El líder opositor Juan Guaidó anunció este viernes que en los próximos días recibirá “ayuda humanitaria” internacional para Venezuela, tras su fallido intento de ingresar donaciones de Estados Unidos el pasado 23 de febrero.
“Hoy les anunciamos que la ayuda humanitaria es un hecho y que en las próximas horas, en los próximos días, estaremos recibiendo importantes apoyos médicos para contener esta tragedia”, dijo Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por más de 50 países encabezados por Washington.
El jefe parlamentario no precisó, sin embargo, si la asistencia llegará directamente a Venezuela o a los vecinos Colombia y Brasil, donde permanecen los cargamentos que no pudieron entrar el 23 de febrero por impedimento del gobierno de Nicolás Maduro.
No obstante, aseguró que “esto es resultado de la ciudadanía, de la presión, de la exigencia”, dando a entender que el acceso estaría garantizado.
“En las últimas horas hemos avanzado significativamente en hacer realidad este esfuerzo por salvar vidas”, añadió el opositor en un video difundido en sus redes sociales.
Más temprano, el gobierno del presidente Maduro convocó a la prensa para cubrir el arribo, este viernes, de “medicamentos e insumos médicos descartables” provenientes de China, aliado del Ejecutivo socialista.
“El régimen reconoce su fracaso al aceptar la existencia de una emergencia humanitaria compleja que ellos produjeron”, afirmó Guaidó, refiriéndose a la severa escasez de alimentos y medicinas en medio de la peor crisis del país petrolero en su historia moderna.
Refiriéndose a la “ayuda humanitaria” que él recibirá, el jefe legislativo llamó a oenegés, a la comunidad internacional y a la ciudadanía a “estar listos para ser contralores, para impedir que la ayuda humanitaria sea utilizada con fines corruptos y miserables”.
“Debe ser un proceso limpio y transparente”, sostuvo.
Maduro niega que en Venezuela haya una “crisis o emergencia humanitaria”, como denuncian la oposición y varios gobiernos que lo desconocen como mandatario, y vincula el desabastecimiento con las sanciones de Estados Unidos para asfixiarlo económicamente y obligarlo a dejar el poder.
El gobernante sostiene que el ingreso de las donaciones del 23 de febrero era el pretexto para una intervención militar norteamericana.