AFP – Bruxelles, Bélgica
Los mandatarios europeos intentan este jueves consensuar quién presidirá la Comisión Europea el próximo lustro, cuando ninguno de los candidatos en liza logra el consenso, durante una cumbre en Bruselas, con la emergencia climática también como protagonista.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, se mostró “cautelosamente optimista” en su carta de invitación a los líderes sobre un posible acuerdo, pese a las complejas negociaciones iniciadas tras las elecciones a la Eurocámara de finales de mayo.
Para intentar acercarse a un acuerdo, los líderes multiplicaron sus encuentros desde primera hora de la mañana, pese a que la cumbre de dos días empieza a las 15H00 (13H00 GMT) y la discusión sobre el reparto de los altos cargos en el bloque se abordará durante una cena de trabajo.
Los primeros ministros de Croacia y Letonia, por el Partido Popular Europeo (PPE, derecha); de España y Portugal, por los socialdemócratas; y de Bélgica y Países Bajos, por los liberales, mantuvieron un desayuno de trabajo como negociadores de sus respectivas familias.
Durante la reunión, todos expresaron “sus prioridades” y se puso de relieve “la sintonía entre socialdemócratas y liberales, en un clima de diálogo franco y constructivo con el PPE”, primera fuerza política en el bloque, indicó el gobierno español.
Estas tres familias políticas, junto a los Verdes que no tienen ningún mandatario en el Consejo, buscan lograr un acuerdo y forjar una mayoría en la Eurocámara, institución que en última instancia debe validar el candidato a presidir la Comisión nombrado por los dirigentes.
Para poder ser designado por el Consejo Europeo, el candidato a presidir la Comisión debe reunir el apoyo de al menos 21 de los 28 mandatarios, cuyos países representen el 65% de la población, por lo que la correlación de fuerzas es clave.
En la Eurocámara, los jefes de grupo de los socialdemócratas y los liberales anunciaron este jueves al candidato de la derecha a presidir la Comisión, el alemán Manfred Weber, que no apoyan su candidatura, indicó a la AFP el líder de los Verdes, Philippe Lamberts y fuentes del PPE.
El PPE, primera fuerza con 181 escaños de los 751, propuso a Weber, mientras que los socialdemócratas (153) presentaron al holandés Frans Timmermans y los liberales (108), a la danesa Margrethe Vestager, pero ninguno lograría reunir la mayoría, según varias fuentes.
Para un diplomático europeo, “la persona capaz de reunir esta doble mayoría [en el Consejo y la Eurocámara] aún no se conoce”. El sucesor de Jean-Claude Juncker al frente de la Comisión debería asumir su cargo el 1 de noviembre.
Más allá del nombre, un acuerdo se perfila sobre el reparto de los cuatro puestos de poder. El PPE reivindica la presidencia de la Comisión, el brazo ejecutivo del bloque, una exigencia que no se discute, indicaron a la AFP tres responsables.
Los liberales quieren la presidencia del Consejo Europeo, institución que reúne a los mandatarios, y los socialdemócratas obtendrían la dirección de la diplomacia europea y se repartirían con los Verdes la presidencia de la Eurocámara.
“Todo esto puede todavía cambiar”, advierte un responsable europeo. Además del reparto entre partidos, los nombramientos también deben respetar equilibrios geográficos (Norte/Sur, Este/Oeste, país pequeño/país grande) y de género.
De no lograrse un nombre, las discusiones entre líderes podrían continuar en paralelo a la reunión del G20 en Osaka, donde participarán seis dirigentes europeos, y plasmarse en un acuerdo durante una nueva cumbre extraordinaria el 1 de julio.
“Hay que encontrar rápidamente un acuerdo ya que debemos contar con una Comisión Europea operativa para gestionar el Brexit, sobre todo si Boris Johnson se convierte en primer ministro de Reino Unido”, según un diplomático de alto rango.
– “Nuevo paradigma” –
Los comicios europeos también confirmaron la emergencia de la cuestión climática en el bloque, impulsada por las protestas semanales de estudiantes, un punto que abordarán los líderes tras varios días de discusiones animadas en Bruselas.
Los representantes de los países ante la UE estaban divididos sobre plasmar en la declaración final la necesidad de alcanzar para 2050 la neutralidad de carbono -equilibrio entre emisiones y absorción de gases de efecto invernadero.
En el borrador de conclusiones, visto por la AFP, los líderes pedirán avanzar en “las condiciones, los incentivos y el marco que deben establecerse para determinar cómo garantizar una transición hacia una UE climáticamente neutra para 2050”.
El texto busca aunar las diferentes posiciones entre los países occidentales de la UE, mucho más favorables, y los del Este, cuyas economías son más dependientes de energías fósiles como el carbón, en el caso de Polonia.
“Realmente, hay un nuevo paradigma en el tema de la neutralidad de carbono para 2050, que se ha convertido en algo deseable por la práctica mayoría de los países, pero no asumible por todos”, según una fuente diplomática.