El legendario cerrador y miembro del Salón de la Fama, Mariano Rivera, será por siempre recordado cómo uno de los mejores lanzadores de la historia y por su temple a la hora de sacar las papas del fuego en momentos de alta tensión.

Luego de que el panameño se retirara del diamante en 2013, se ha convertido en un muy destacado empresario y filantropista; ha trabajado con empresas cómo Nike y Skechers, e incluso fue nombrado por Donald Trump cómo miembro del Consejo de los Deportes en Estados Unidos.

Pero una de sus facetas menos conocidas es su lado religioso; Mariano es un ferviente cristiano y ahora se le ha captado predicando en las calles de Nueva York la palabra de Dios, lo cuál ha captado la atención de muchas personas.