AFP – Pekín, China
En pleno año del cerdo, símbolo de prosperidad en China, el ganado del país es diezmado por la peste porcina africana, que disparó los precios y las importaciones, pero lo peor está por venir según los expertos.
Según el ministerio de Agricultura, 1,16 millones de puercos fueron sacrificados de manera preventiva. Una cifra probablemente subestimada, pues las autoridades informaron de una baja de 60 millones de cabezas en el primer semestre del año.
El virus, particularmente virulento y para el que no existe ningún tratamiento, causa hemorragias mortales a los cerdos, que pueden ser mortales en cuestión de días.
La peste, no obstante, no representa ningún peligro para el hombre, aunque coma la carne contaminada.
Y en el mercado Sanyuanli de Pekín, conocido por ser uno de los puntos de abastecimiento de muchos restaurantes de la capital, los carniceros intentan tranquilizar.
“Mire el sello azul”, se entusiasma una de las vendedoras, que no quiere revelar su identidad, señalando con el dedo la marca colocada en la carne por las autoridades sanitarias, supuestamente una garantía de seguridad.
“Y aquí el certificado que lo acompaña”, muestra a la AFP, frente a un escaparate donde los clientes no se empujan ese día.
Puerco en salsa agridulce, bollos rellenos al vapor, ravioles, rollos primavera: la carne de cerdo es de lejos las más consumida en el país.