AFP- Paris, Francia

Con más de siete millones de pasajeros y 20.000 millones de euros de impacto económico, los cruceros se han convertido en un negocio de éxito en Europa, que genera puestos de trabajo y construcciones navales.

Un total de 40 compañías, que incluyen nombres como Costa, MSC, CroisiEurope o Ponant, tienen su sede en Europa y gestionan 137 navíos. A ellos se unen otros 75 compañías no europeas.

En 2018, un total de 7,17 millones de pasajeros hicieron un crucero, un 3,3% más con respecto al año anterior.

Europa es el segundo destino de los cruceros, por detrás del Caribe. En el mar Mediterráneo, Barcelona (España) es el puerto con más pasajeros, seguido por Civitavecchia (Italia), Palma de Mallorca (España), Marsella (Francia) y Venecia (Italia).

Fue en esta última ciudad donde el domingo un enorme crucero de MSC chocó contra el muelle y contra un barco turístico, provocando el pánico de los pasajeros y los transeúntes.

El incidente no dejó víctimas pero volvió a relanzar el debate sobre el peligro de los grandes cruceros a su llegada a Venecia.

“En los medios nos acusan de ser la causa del exceso de turismo, porque somos visibles, sobre todo cuando todos los pasajeros bajan al mismo tiempo del barco” dijo en abril Tor Christian Sletner, vicepresidente de asuntos gubernamentales de Clia Europe, la asociación profesional del sector.

“Pero solo representamos el 5% de los visitantes de Venecia o de Barcelona y el resto llega principalmente por avión”, añadió.

En Europa, el gasto directo generado por el sector de los cruceros alcanzó 19.700 millones de euros en 2017, frente a los 16.900 millones de 2015, según Clia.

La asociación de los profesionales del sector también indica que hay un total de 403.621 personas que trabajan directa o indirectamente en la industria de los cruceros.

En 2017 las compañías de cruceros gastaron 5.600 millones de euros en construcción naval en Europa. Para 2021 hay prevista la entrega de unos 60 navíos por un valor de 29.000 millones de euros.

Por su parte el turismo fluvial atrae cada año millones de pasajeros en Europa, en embarcaciones fluviales como las barcazas-hotel pero también en barcos “de paseo” para trayectos más cortos.

El miércoles pasado, en el Danubio, en pleno centro de Budapest (Hungría), una colisión entre un crucero de 135 metros y una embarcación de 26 metros que transportaba turistas surcoreanos dejó siete muertos y 21 desaparecidos.