AFP- Argentina

Una huelga general, con paralización completa del transporte público, afecta este miércoles al presidente argentino Mauricio Macri, en medio de la campaña electoral por su reelección y bajo presión por la crisis económica con una inflación de alrededor del 50% y aumento de la pobreza.

Convocada por las principales centrales sindicales, la huelga paralizó el metro de Buenos Aires, así como los trenes, el servicio de autobuses, el transporte de carga, las escuelas y universidades, y la banca. Los hospitales solo atienden emergencias.

A primera hora de la mañana, las calles se muestran semidesiertas, con pocos comercios abiertos.

“La gente es rehén de la existencia o no del transporte. Eso lo vimos en el paro anterior, durante el cual hubo transporte y la gente fue masivamente a trabajar”, se quejó el ministro Guillermo Dietrich.

Aunque los sindicatos no harán movilizaciones, grupos de izquierda organizaron bloqueos de rutas a las entradas de la capital, donde hay despliegue policial para evitar el bloqueo total de las vías.

“El paro va a ser efectivo porque los reclamos no tienen respuesta ni atención del gobierno”, declaró Hugo Moyano, del poderoso sindicato de camioneros.

“Hay mucha disconformidad con el gobierno. Muchos trabajadores votaron a este gobierno porque les iba a quitar el impuesto al trabajo (sobre la renta) y confiaron en eso, pero hoy no se van a volver a equivocar”, añadió el dirigente sindical, que apoya la fórmula electoral de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, del peronismo de izquierda.

Los sindicatos reclaman aumentos salariales en línea con el índice inflacionario de 55% anual y protestan por un aumento del desempleo, que en 2018 cerró en 9,1%. La pobreza alcanza a 32% de la población.

Se trata de la quinta huelga general que enfrenta Macri desde que asumió la presidencia en diciembre de 2015 con la coalición de centro-derecha Cambiemos.

El más reciente paro se cumplió hace justo un mes, el pasado 30 de abril.

Argentina entró en recesión en 2018, tras dos corridas cambiarias que desataron la inflación y llevaron al gobierno de Macri a pactar un auxilio de 56.000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional.

A cambio, Argentina se comprometió a conseguir el equilibrio fiscal en 2019 y superávit en 2020. El plan de ajuste es rechazado por los sindicatos.

Macri ha venido descendiendo en las encuestas para las elecciones de octubre, mientras crecía la imagen de la exmandataria Cristina Kirchner, sometida a una docena de causas judiciales por corrupción y quien finalmente decidió no optar por la presidencia sino acompañar en la fórmula a su exjefe de gabinete Alberto Fernández.