El ciclón Idai que azotó la semana pasada Mozambique y Zimbabue, arrasando con carreteras, puentes, hospitales, escuelas y al menos una represa, dejó al menos 162 muertos y dañó o destruyó el 90% de Beira, la segunda ciudad mozambiqueña, indicó la Cruz Roja el lunes, .
Los vientos de extrema violencia del ciclón y las lluvias torrenciales azotaron el centro de Mozambique el jueves por la noche, y se desplazaron luego al vecino Zimbabue.
Según un último balance provisorio, recopilado el lunes por AFP sobre la base de fuentes oficiales, 73 personas murieron en Mozambique, de las cuales 55 en la ciudad portuaria de Beira (centro), y 89 en Zimbabue, en donde los socorristas tienen dificultades para llegar hasta algunas regiones inundadas.
En Zimbabue, “89 personas murieron, 86 en la región de Eastern Highlands (este), dos en Masvingo y una en Mashonaland” en el este del país, declaró el lunes el portavoz del gobierno, Nick Mangwana.
En Mozambique los daños en Beira, ciudad de medio millón de habitantes, son “enormes y aterradores”, advirtió la Federación internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR), que participa en las primeras operaciones de rescate.
Un “90% de Beira y sus alrededores fue dañado o destruido”, agregó en un comunicado.
“Están totalmente interrumpidas las comunicaciones y las carreteras están destruidas”, lo que complica las tareas de rescate, precisó Jamie LeSueur de la FICR desde Beira.
El lunes, las calles de la ciudad estaban repletas de árboles arrancados, vidrios rotos y chapas dobladas, constató AFP.
“El ciclón fue extremadamente violento y afectó a todos. Destruyó familias, casas, no hay palabras para describirlo”, dijo Mohamed Badate, de 24 años, empleado de un negocio de ropa devastado.
En la región, casi 10.000 personas están afectadas, 873 viviendas fueron destrozadas así como 24 hospitales y 267 aulas escolares se inundaron, según balance del lunes de la autoridad mozambiqueña de gestión de desastres.
– Ceden represas –
En los dos países, las autoridades temen sin embargo que el balance sea peor, a medida que avancen las operaciones de rescate.
En Mozambique, “varias represas cedieron o alcanzaron su nivel máximo”, alertó Emma Beaty de la organización no gubernamental Oxfam.
El presidente mozambiqueño, Filipe Nyusi, que visitó la región, estimó “crítica” la situación.
Zimbabue nunca sufrió la “destrucción de infraestructuras de este nivel”, estimó por su parte el ministro de Transportes, Joel Biggie Matiza.
Los rescatistas se concentraban el lunes en la ciudad de Chimanimani (este), en donde una escuela fue parcialmente destruida por un deslizamiento de tierra que dejó al menos tres muertos.
“Los maestros y el personal administrativo de la escuela hacen lo posible para asegurarse que los niños regresen sanos y salvos” a casa, dijo un padre entrevistado el lunes por la televisora pública ZBC.
“Pero la situación empeora”, agregó, mientras que la lluvia seguía cayendo en esta región fronteriza con Mozambique, en donde muchos puentes fueron arrastrados por el agua.
Frente a la importancia de los daños, el presidente Emmerson Mnangagwa, regresó el lunes de manera precipitada de un viaje a Emiratos Arabes Unidos.
“Nuestra nación está profundamente enlutada”, declaró. “Me dicen que no terminó. El Ejército hace todo lo que puede para llegar hasta las familias afectadas”, aseguró.
La asociación médica de Zimbabue (Zima) lanzó un llamado a voluntarios para ayudar a los siniestrados y pidió donación de alimentos, agua, gas, ropa, frazadas o carpas.
Las fuertes lluvias que se registraron antes de la llegada del ciclón ya habían dejado al menos 122 muertos en Mozambique y en Malaui, que no sufrió los estragos de Idai.