AFP – Estambul, Turquía
Más de 6.000 migrantes, muchos de ellos sirios en situación “irregular”, fueron detenidos en las últimas dos semanas en Estambul, anunció este miércoles el ministro turco de Interior, Suleyman Soylu.
“Desde el 12 de julio llevamos adelante una operación” y “hemos detenido a 6.122 personas en Estambul, entre ellos 2.600 afganos. Una parte de las personas son sirias”, declaró Soylu en una entrevista al canal de televisión turco NTV.
Suleyman Soylu desmintió que ciudadanos sirios hayan sido expulsados hacia su país inmerso en una guerra civil desde 2011.
Varias ONG denunciaron casos de sirios expulsados hacia Siria en las últimas semanas.
“No podemos expulsar esas personas. Cuando detenemos a sirios que no están registrados, los enviamos a un campo de refugiados”, afirmó Soylu, mencionando un campo en la provincia turca de Hatay, fronteriza con Siria.
Soylu dijo, sin embargo, que algunos sirios deciden regresar a su país voluntariamente.
Turquía acoge más de 3,5 millones de sirios que huyeron de la guerra, de los cuales 547.000 están domiciliados en Estambul.
Las autoridades afirman que no hay ningún problema con las personas legalmente registradas en Estambul, pero están decididas a luchar contra los inmigrantes que viven en la ciudad, pero están registrados como residentes en otras provincias o en ninguna.
El gobierno de Estambul lanzó el jueves un ultimatum que expira el 20 de agosto, intimando a los sirios que viven ilegalmente a irse de la ciudad.
Sin embargo, un grupo de ONG sirias afirmó que “más de 600 sirios”, en su mayoría con “documentos de protección temporaria” de otras provincias turcas, fueron detenidos en Estambul la semana pasada y enviados a Siria.
Durante la última campaña electoral en Estambul, la presencia de los sirios fue uno de los temas que más preocupaba a los electores.
Según un estudio publicado a principios de julio por la Universidad Kadir Has de Estambul, el porcentaje de turcos descontentos con la presencia de sirios pasó de 54,5% en 2017 a 67,7% en 2019.
Soylu declaró que el objetivo del gobierno es la expulsión de 80.000 migrantes ilegales en 2019 contra 56.000 en 2018.