Más de 1,300 adultos mayores fueron atendidos en el 2020 por el ministerio de Desarrollo Social (MIDES) a través de políticas públicas, enfocadas a preservar la seguridad física, emocional y alimentaria de este grupo etario que reside bajo la protección de 74 casas hogares, ubicadas en diferentes puntos del país.
La protección a esta población se realizó a través de programas que permitieron que los administradores tuvieran los protocolos de prevención del COVID, acompañamiento diario sobre la situación de los hogares y todo el recurso necesario para el funcionamiento de sus centros. El año pasado la Oficina Nacional de Administración de Subsidios Estatales, entregó a las casas hogares, patronatos y fundaciones sin fines de lucro un total de 5.6 millones de dólares, para la ejecución de proyectos sociales en beneficio de poblaciones vulnerables que incluye a los adultos mayores.
Estas partidas permitieron que este grupo tuvieran a su alcance los servicios básicos para su convivencia. La información de los logros alcanzados a favor de esta población se desprende de un informe de gestión de la coordinación Nacional de Adulto Mayor, adscrita al MIDES.
La ayuda ha beneficiado a albergues como el Centro Juan Pablo II, ubicado en Santa Ana que abrió sus puertas el 13 de mayo de 2020 para brindar protección a los ciudadanos que vivían en la calle. Su administrador, Ariel López, explicó que gracias a la asistencia del MIDES han podido albergar a más de 30 hombres y mujeres con diferentes patologías que son atendidos por una trabajadora social de la institución.
Añadió que durante la pandemia han trasladado, con la ayuda del MIDES a pacientes afectados por el COVID-19 a hoteles hospitales, donde se han recuperado satisfactoriamente.
Para López estas ayudas representan un gesto humanitario que ha permitido mejorar la calidad de vida de las personas que están bajo su cuidado.
El año pasado el MIDES realizó alrededor de 140 supervisiones mensuales que garantizaron que estos centros brindaran un servicio de calidad en lo relacionado con la atención, seguridad, alimentación y esparcimiento.
El documento resalta la aplicación de un protocolo de atención en tiempos de COVID-19 que permitió fortalecer las medidas sanitarias y mitigó la propagación del virus, apoyado por un equipo de psicólogos, sociólogos, trabajadoras sociales y otros especialistas que estuvieron al servicio de estos hogares.
Con la aplicación de este documento se restringió las visitas a los centros y se instaló un grupo de reacción rápida que atiende exclusivamente casos relacionados con la pandemia.
Por medio de la Fundación Generación-Movimiento Amistad sin Límites, se entregaron Tablet a las casas hogares para promover la comunicación virtual entre los adultos y sus familiares.
Preocupados por la salud mental de los adultos mayores, el MIDES realizó acompañamiento a los diferentes centros brindando más de 17 capacitaciones a través de videoconferencias con temas de soporte emocional.
En el 2020 el MIDES aseguró la alimentación de los adultos mayores, entregando alimentos secos a las diferentes casas hogares, como parte del programa Panamá Solidario que busca proteger a las poblaciones más vulnerables ante la pandemia del COVID-19. Garantizando el cumplimiento de los protocolos sanitarios que el MINSA ha impuesto, se abasteció los centros con productos de limpieza para salvaguardar la vida de estos panameños.
La ministra de Desarrollo Social, María Inés Castillo de Sanmartín, indicó que los adultos mayores son un grupo prioritario dentro de la agenda del gobierno nacional al que se le brindará todo el apoyo y la atención social que requieran.
“Nuestro compromiso con la población longeva es brindarle protección, cuidado y que sus derechos sean respetados para que ellos puedan tener una vida rodeada de paz y tranquilidad”, puntualizó la ministra.
El 45% de la población que viven en los centros son mujeres entre 60 y 70 años, mientras que la mayor cantidad de estos centros, están ubicados en la provincia de Panamá, donde operan 41 casas hogares.