Miles de judíos celebraron este lunes la tradicional bendición sacerdotal frente al Muro de las Lamentaciones, en Jerusalén, durante la celebración de la Pésaj, la Pascua Judía.
Llevando un chal blanco que cubre la cabeza, los miembros de la tribu de los Cohanim (el plural de ‘cohen’, sacerdote en hebreo), levantaron las manos y bendijeron a la muchedumbre.
Esta bendición forma parte de los rezos diarios cantados en las sinagogas.
Pero desde los años 1970, dos veces al año, durante la Pésaj y el Sucot (la llamada ‘fiesta de las cabañas’, en otoño), se celebra una peregrinación al Muro de las Lamentaciones retomando una tradición que ya aparece en la Biblia.
El Muro de las Lamentaciones es un vestigio del que fue el segundo templo judío, destruido por los romanos en el año 70.
Está situado cerca de la Explanada de las Mezquitas, donde había el templo, y todavía hoy es el lugar más sagrado para los judíos pero también el tercer lugar santo para el islam, después de la Meca y de la Medina.
Los judíos tienen permiso para ir pero no pueden rezar en el lugar.
El Muro de las Lamentaciones, igual que la ciudad vieja que lo rodea, está ubicada en Jerusalén Este, la parte palestina de Jerusalén, anexada y ocupada por Israel.
Israel considera toda la ciudad de Jerusalén como su capital. Los palestinos quieren por su parte convertir Jerusalén-Este en la capital de su futuro estado.