El presidente de la República, José Raúl Mulino, se refirió este miércoles a las tensiones internacionales entre Estados Unidos y China, subrayando que Panamá mantiene relaciones con ambos países, y no debe ser involucrado en conflictos bilaterales ajenos a su política exterior.

“Panamá tiene relaciones diplomáticas con China. Eso no fue un invento mío; todos saben cómo y cuándo se establecieron”, afirmó Mulino, en alusión a la apertura formal de relaciones diplomáticas con la República Popular China en 2017.

El mandatario advirtió sobre posibles intentos de presión que podrían estar afectando la soberanía del país en materia de relaciones exteriores.

“He pedido que no arrastren a Panamá a un problema bilateral entre Estados Unidos y China. Para ejercer presión, debe haber a quién presionar. Tengo información de que una funcionaria de una embajada está amenazando con quitar visas, y eso no es coherente con la buena relación que aspiro a mantener con Estados Unidos”, expresó.

Mulino recalcó que, si bien cada país es libre de conceder o revocar visas, esas decisiones no deben utilizarse como instrumento de presión política.

“No es correcto decir: ‘Si no haces esto, te quito la visa’. Ese tipo de amenazas no ayuda a construir relaciones de respeto mutuo. Yo no iría a California a hablar de los problemas internos de Estados Unidos, y espero el mismo nivel de respeto hacia Panamá”.

En relación con empresas chinas operando en Panamá, el presidente reiteró que el país mantiene una postura de respeto a la seguridad jurídica y a los contratos debidamente establecidos.

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“Aquí, quien esté en buena lid se mantiene en buena lid. Los contratos con empresas chinas son bien conocidos. Hay muy pocas cosas que no se puedan revisar, pero no se puede hablar de eliminar por completo relaciones legales vigentes sin afectar la credibilidad del país”.

Mulino concluyó subrayando que su administración busca mantener relaciones diplomáticas serias y equilibradas, sin verse arrastrada a conflictos geopolíticos que no le corresponden.

“El mundo espera que estos temas se manejen con altura, porque las consecuencias podrían ser enormes. Panamá ha tenido presencia e influencia china durante buena parte de su historia  y nuestra única aspiración es mantener relaciones basadas en el respeto y la soberanía”, puntualizó.