En el marco de esta fecha, autoridades del Gobierno Nacional, representantes de la sociedad civil, academia y de la FAO reafirman su compromiso por una mejor producción, una mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una mejor vida en Panamá.
Ciudad de Panamá, 13 de octubre de 2022. Autoridades del Gobierno Nacional, de la Universidad de Panamá, del Sistema de las Naciones Unidas y de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) conmemoraron hoy el Día Mundial de la Alimentación (DMA) en un evento de diálogo que reunió a representantes de diversos sectores del país involucrados con las acciones de transformación de los sistemas agroalimentarios panameños.
El DMA se desarrolló este año bajo el lema “Mejor producción, mejor nutrición, un mejor medio ambiente y una vida mejor. No dejar a nadie atrás”, invitando a reflexionar sobre los caminos para transformar nuestros sistemas alimentarios, desde la forma de producir, hasta el consumo de los alimentos del mundo, con el propósito de recuperar la senda hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
El acto fue presidido por el Director Regional del MIDA en Chiriquí, Alcibiades Araúz; el Viceministro Académico del Ministerio de Educación, Ariel Rodríguez; el Coordinador subregional de la FAO para Mesoamérica, Adoniram Sanches Peraci; y el decano de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad de Panamá, Eldis Barnes Molinar.
En la conmemoración de esta importante fecha, las autoridades resaltaron la particular importancia de este DMA que se llevó a cabo en medio de un contexto de crisis global, regional y nacional que amenaza el logro de los ODS; por lo que consideraron de particular importancia generar un diálogo sobre propuestas para fortalecer las políticas públicas y las acciones de las partes interesadas, para que Panamá logre el reconocimiento como un país libre de hambre.
El Coordinador subregional de la FAO para Mesoamérica, Adoniram Sanches Peraci, explicó que la conmemoración de esta fecha llega a los países de la región de América Latina y el Caribe, en medio de varios desafíos: Por un lado, seguir avanzando en la erradicación del hambre, por otro, construir medidas para enfrentar la creciente obesidad y sobrepeso de la población.
“A pesar de todo ello, hoy queremos invitarles a hacer una afirmación: ¡Un mundo libre de hambre sí es posible! La Cumbre Global de Sistemas Alimentarios (desarrollada en el 2021) nos orientó hacia esa meta, invitándonos a mirar cómo producimos y consumimos alimentos desde una mejor producción, un mejor ambiente, una mejor nutrición y una mejor vida”, expresó.
Como parte del evento, la ministra y ministro de las carteras de Educación y Desarrollo Agropecuario compartieron los principales avances del país en cuanto a lo que la FAO ha denominado “las cuatro mejoras”, mediante las cuales se busca garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles, a través de cadenas de suministro alimentarias y agrícolas eficientes e inclusivas (mejor producción); poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición en todas sus formas posibles (mejor nutrición); proteger, recuperar y promover el uso sostenible de los ecosistemas y luchar contra el cambio climático (mejor medio ambiente); e impulsar el crecimiento económico inclusivo reduciendo las desigualdades (una mejor vida).
Con este espacio de diálogo, la FAO y la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad de Panamá buscan sumar a la reflexión que ya se ha generado en las mesas de diálogo nacionales entre los diversos sectores y el Gobierno Nacional, desde el pasado mes de julio.
“Porque todos estamos convocados a aportar desde nuestras instancias y organizaciones, en línea con el llamado de esta fecha, que nos recuerda que debemos trabajar por la solidaridad mundial y la acción colectiva para la transformación hacia sistemas agroalimentarios más eficientes, inclusivos, sostenibles y resilientes” añadió el Representante de la FAO.
En las diversas intervenciones se destacaron los avances del país en la reducción del hambre, tal como lo señaló el último informe de Naciones Unidas que, en su lanzamiento en julio 2022, mostraba que Panamá presentó una importante disminución en los niveles de subalimentación (hambre) en el último año, reportando una prevalencia en subalimentación de 5,8% para el 2021, es decir, 0,2 millones de personas; mientras que en el periodo anterior (2018-2020) esa cifra era de 7,5%, es decir, 0,3 millones de personas.
En cuanto al ámbito ambiental, según el Nivel de Referencia Forestal de Panamá presentada a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), el país es un sumidero de carbono con valores netos de -20,433,129.66 toneladas de dióxido de carbono equivalente anual promedio, durante un periodo de 2005-2015.
Con esto, Panamá está reforzando la posición estratégica internacional altamente importante en la producción de bienes con bases en la naturaleza, incluyendo alimentos, incorporando metas de carbono negativo en su Contribución Determinada a Nivel Nacional para cumplir con los compromisos del Acuerdo de París.
En contraste con esto, las autoridades recordaron que aún hay un desafío que persiste relacionado al incremento de los niveles de sobrepeso y obesidad, ya que según la “Encuesta Nacional de Salud de Panamá (ENSPA) 2019”, 13% de las niñas y niños menores de cinco años presentan exceso de peso (10,8% sobrepeso y 3% obesidad). Este indicador se eleva a 36% en la población escolar y adolescente y a 71,7% en la población adulta (36,4% sobrepeso y 35,3% obesidad).
Al respecto, las diferentes instancias participantes coincidieron que es importante continuar con la propuesta de marcos normativos que contribuyan a mejorar la situación nutricional de la población, y que una de estas medidas es la implementación de los sellos octagonales de advertencia, o Etiquetado Frontal de Advertencia Nutricional (EFAN).
Los paneles intersectoriales contaron la participación de expertos del Movimiento de Alimentación Saludable, el Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA), el Ministerio de Ambiente (MiAmbiente), el Centro de Competitividad de la Región Occidental de Panamá (CECONMRO), el Departamento de Dietética y Nutrición Aplicada, de la Universidad de Panamá, entre otros.
Posteriormente, las mesas de diálogo por temática estuvieron compuestas por representantes de diversos sectores, y representantes de organizaciones de productores de la zona.
Los jóvenes rurales también se hicieron escuchar
En el marco de este evento, un grupo de jóvenes rurales de Chiriquí presentó a los participantes un mural artístico en honor al Día Mundial de la Alimentación, realizado con el objetivo de recordar la importancia del empoderamiento de las juventudes para asegurar la transformación de los sistemas alimentarios y el desafío de frenar las dinámicas de desigualdad que impactan ese segmento poblacional.
Este mural agroalimentario contó con el apoyo del Ministerio de Desarrollo Agropecuario y el Programa Mesoamérica sin Hambre, implementado por la FAO, gracias al apoyo de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID).
Las autoridades de MIDA y FAO destacaron que las juventudes están en la primera línea para construir los sistemas alimentarios del futuro, al mismo tiempo que corren riesgos significativos por los impactos que genera el cambio climático, las desigualdades sociales y económicas, y la marginación política.
Según la FAO, el contexto actual ha puesto nuevamente en evidencia la riqueza y diversidad del capital humano y social de las nuevas generaciones, su compromiso por sostener sus familias y estructuras productivas y el interés por asumir el liderazgo en los procesos de transformación de los sistemas alimentarios.
En ese sentido, para asegurar una transición hacia sistemas alimentarios sostenibles y resilientes, la FAO propone avanzar en una agenda que permita generar más y mejores oportunidades, enfocada en acciones afirmativas que permitan la redistribución de recursos, generando conocimientos y oportunidades que fomenten la innovación, por medio del acceso a los jóvenes a nuevas tecnologías y capacidades.