El joven que mató a 17 personas en una escuela en Parkland, Florida, puso en el ataúd de su madre una gorra del presidente Donald Trump para molestarla aún después de muerta por sus ideas progresistas y anti-armas.

Cuando Lynda Cruz murió en 2017, su hijo Nikolas aprovechó para tener la última palabra en sus diferencias políticas y metió en el féretro una gorra con el slogan trumpista “Haz América grande de nuevo”, informó el Miami Herald citando un reporte policial desclasificado el jueves.

“Debido al hecho de que su madre odiaba a Donald Trump, él puso [la gorra] en su ataúd cuando ella murió y tomó una foto de ella llevando la gorra”, dijo Hunter McCutcheon, un conocido de la familia, a la policía.

Nikolas Cruz, de 20 años, actualmente está preso a la espera de su juicio. La fiscalía quiere la pena de muerte por matar a 17 personas y herir a otras 17 el 14 de febrero de este año, en la escuela Marjory Stoneman Douglas de la antes apacible ciudad de Parkland, al norte de Florida.

La masacre dio lugar a un movimiento nacional contra las armas que tuvo su momento cumbre en la multitudinaria “Marcha por nuestras vidas” en Washington el 24 de marzo pasado.

El movimiento consiguió algunas victorias menores, como por ejemplo la prohibición este mes de la venta y tenencia de “bump stocks”, unos cargadores de alta capacidad que convierten un rifle semiautomático en un arma de guerra automática.

Es el dispositivo que utilizó Stephen Paddock en el tiroteo en Las Vegas de octubre de 2017, donde 58 personas murieron y 500 fueron heridas.

Lynda Cruz era la madre adoptiva del atacante. Su madre biológica, una mujer adicta a las drogas y que fue arrestada por abuso de crack durante su embarazo, lo dio en adopción cuando él nació.