En medio de los enfrentamientos entre manifestantes y la policía el presidente de Ecuador Lenín Moreno, que llevó la sede del gobierno a Guayaquil, regresó por unas horas a Quito para seguir un diálogo con la dirigencia indígena y con la mediación de la ONU y la Iglesia católica.
El mandatario afirmó en un video difundido por una televisora estatal que se están obteniendo los mejores resultados con los indígenas y aseguró que el conflicto se solucionará pronto.
En tanto los líderes de la Confederación de Nacionalidades Indígenas reafirmaron que la movilización está en marcha y que no ha terminado, pero insistieron en que el propósito no es tumbar gobiernos.
Luego Moreno regresó a Guayaquil, donde se realizó una concentración en la que las personas vistieron de blanco en contra de las manifestaciones que acosan al mandatario.
Las protestas son por la eliminación de los subsidios a los combustibles que condujeron al alza del precio del diésel y la gasolina hasta de 123%.
La medida es un paquete de ajustes que prevé reformas tributarias y laborales luego de que Ecuador pactó en marzo un programa de préstamos con el Fondo Monetario Internacional que alcanza los 4.200 millones de dólares.