Una protesta de trabajadores de la industria del aluminio por juguetes navideños para sus hijos acabó con cuatro sindicalistas encarcelados en el estado venezolano de Bolívar (sur), denunciaron este miércoles ONG de derechos humanos.
En medio de conflictos por salarios y beneficios laborales en las Empresas Básicas de Guayana -corporaciones estatales de hierro, acero y aluminio-, personal de la empresa Venalum bloqueó un cargamento de aluminio de seis toneladas exigiendo la entrega de juguetes garantizados en el contrato colectivo.
Un tribunal ordenó el martes enviar a prisión al dirigente sindical José Hidalgo y otros tres trabajadores, Ernesto Morillo, Andrés Rojas y Noel Gerdez, detenidos por agentes de contrainteligencia militar el fin de semana a las puertas de la compañía, declaró a AFP Marino Alvarado, activista de la ONG Provea.
“Reclamaban por juguetes para sus niños. No es una limosna, sino un derecho establecido en sus contratos”, subrayó este miércoles Alvarado.
Se les acusa de “resistencia a la autoridad, supresión y paralización de la faena, obstaculización, agavillamiento y desacato”, informó a su vez la ONG Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS).
Quince trabajadores de las Empresas Básicas han sido arrestados entre noviembre y diciembre por la contrainteligencia militar, en medio de protestas que pedían respetar los contratos colectivos, puntualizó Provea.
Once de esas detenciones ocurrieron luego de manifestaciones en la empresa de hierro Ferrominera de Orinoco.
Uno de los líderes sindicales de Ferrominera, Rubén González, es procesado por tribunales militares, después de ser apresado a finales de noviembre cuando regresaba a Bolívar tras participar en una marcha en Caracas.
El motor del descontento ha sido la eliminación de escalas salariales luego de enormes aumentos del salario mínimo decretados por el presidente Nicolás Maduro.
En agosto, un incremento de 3.400% dejó a la mayoría de los trabajadores públicos ganando el ingreso básico (unos seis dólares mensuales a la tasa del mercado negro).
El gobernante socialista decretó en noviembre un nuevo aumento de 150%, una carrera perdida contra una hiperinflación proyectada por el FMI en 10.000.000% para 2019, combinada con escasez de alimentos, medicinas y productos básicos.
Según el OVCS, más de 10.000 manifestaciones se registraron entre enero y octubre de 2018 por el descontento ante la crisis.
Maduro, quien se autodefine como “presidente obrero” por su pasado sindicalista en el metro de Caracas, asegura que el gobierno está regalando y vendiendo a bajos precios ropa y 15 millones de juguetes importados con motivo de la temporada navideña.
Esto es para que “el pueblo tenga unas navidades felices”, dijo la vicepresidenta Delcy Rodríguez.
En diciembre de 2016, el gobierno decomisó 3,8 millones de juguetes a una de las principales distribuidoras para venderlos en zonas populares.
Operaciones similares se realizan cada fin de año, con rebajas obligadas de precios y detenciones de comerciantes.