La Abogacía General de la Unión (AGU), que representa los intereses del Estado brasileño, informó este viernes que recurrió la decisión de un juez de Sao Paulo de suspender otra vez la alianza entre el fabricante estadounidense de aviones Boeing y la brasileña Embraer.

En un comunicado, la AGU detalló que el pedido fue introducido el jueves en el Tribunal Regional Federal de la 3a Región (TRF3), de segunda instancia, por considerar que la decisión del juez podría tener un “grave perjucio” en la economía brasileña, viola la constitución y atenta contra la separación de poderes.

“Afecta a la capacidad de la Unión (el Estado) de analizar la operación y decidir si ejercerá o no el poder de veto”, sostiene la AGU.

El jueves, el juez Victorio Giuzio Neto, de la Justicia Civil Federal de Sao Paulo, volvió a ordenar la paralización del acuerdo.

Hace dos semanas emitió un fallo similar solicitando que el acuerdo fuera suspendido hasta después de que asuma el presidente electo Jair Bolsonaro el 1 de enero.

Pero esa decisión fue revocada por un tribunal de apelación cuatro días después, y Boeing y Embraer emitieron una declaración conjunta en la que ratificaron su intención de formar un grupo líder de la aviación comercial valorado en 5.260 millones de dólares.

El acuerdo prevé que Boeing asuma el control de las actividades civiles de Embraer por 4.200 millones de dólares, lo cual le permitirá controlar el 80% del capital del nuevo grupo. El 20% restante quedará en manos de la firma brasileña.

Los sectores de defensa y de aviación ejecutiva de Embraer quedan fuera del acuerdo, que fue alcanzado en julio.

Con un volumen de negocios de unos 6.000 millones de dólares y 16.000 empleados, Embraer es una de las joyas industriales de Brasil, con una gama de aviones civiles, militares y también jets de negocios.

La empresa, con sede en Sao José dos Campos (Estado de Sao Paulo), fue privatizada en 1994, pero el estado brasileño conservó un poder de veto (golden share) sobre cuestiones estratégicas.